Ni-ni en duda: el 67% son madres jóvenes que se ocupan de cuidar a sus hijos

"Mi prioridad es cuidar a mis hijos, que coman, se bañen, descansen, que no les falten pañales, comida ni leche", dice Analía Correa, mamá de Romeo (3) y Liz (2). A eso dedica sus días esta joven de 21 años, que vive en La Cava, una villa de San Isidro, y por ello no puede estudiar ni trabajar.

Según el informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) titulado Jóvenes que cuidan: impactos en su inclusión social, la realidad de Analía, como la de tantas otras madres adolescentes, pone en duda el término ni-ni (jóvenes que ni estudian ni trabajan) que las engloba.

Para ellos, si bien estas mujeres no llevan adelante ninguna de esas dos actividades, sí se ocupan de cuidar a sus hijos, una tarea no remunerada, esencial para el sostenimiento de la sociedad.

La investigación muestra que de los 1.080.682 jóvenes que están catalogados como ni-ni, el 67% son madres adolescentes que cuidan de sus hijos, hermanos o adultos mayores. Si se considera al cuidado como una actividad económica, el número de ni-ni se reduciría entonces a 324.205.

"Este debate viene de los años 90, cuando se instaló la idea de que existían jóvenes excluidos que no estudiaban ni trabajaban, según las encuestas de hogares. Esa construcción ponía en valor la idea de que había jóvenes que debían estar estudiando o trabajando, y ni siquiera buscaban trabajo", explica Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). Y agrega: "Después vinieron estudios que empezaron a mostrar que muchos ni-ni en realidad eran mujeres con tareas reproductivas, que se ocupaban de todo lo doméstico para que el esposo pudiese trabajar y los chicos tuviesen manutención. No era que no estudiaban ni trabajaban, sino que hacían trabajo doméstico intensivo".

Desde el Gobierno, Gabriel Castelli, viceministro de Desarrollo Social de la Nación, advierte: "El concepto ni-ni nunca me gustó, me parece demasiado despectivo. Y más cuando constatás que gran parte de este universo corresponde a madres jóvenes, chicas que no tienen otra que quedarse al cuidado de sus hijos y ver cómo pueden sobrevivir".

Para el funcionario, la idea que más les interesa impulsar desde el ministerio es que "hay esperanza de una vida mejor". "Que frente a esta realidad de una maternidad temprana puedan sentir que no se acaba el mundo", agrega.

Pero lo cierto, según Salvia, es que estas son mujeres que, por tener que cuidar de sus...

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