Neustadt y Walsh, con ecos en el presente

Creen que emulan a Rodolfo Walsh y apenas les alcanza para ser una imitación, de mala calidad, de Bernardo Neustadt. Hoy es el Día del Periodista y la alusión a tan antagónicos nombres viene al caso para, a partir de sus semblanzas, establecer similitudes y diferencias, más tácitas que explícitas, con el ejército de informadores que revistan en alguna de las múltiples vertientes (audiovisual, gráfica y redes sociales) del creciente aparato estatal y paraoficial de comunicación. La maquinaria está conformada por medios públicos, empresarios "amigos", hombres y mujeres de prensa oficialistas de corazón y los conversos, que nunca faltan, sólo por amor al dinero y al pluriempleo bien remunerado. Estos son los más fáciles de detectar porque exhiben, por lo general, un fanatismo afectado y superficial, además de mostrarse decididamente coléricos con quienes se aparten medio centímetro del catecismo oficial. Son exégetas renegados de Bernie porque aseguran aborrecerlo, aunque paradójicamente lo han superado con creces como orgullosos hiperoficialistas.Neustadt -de cuyo fallecimiento se cumplen hoy, precisamente, tres años- fue por mucho tiempo el blanco predilecto al que sus colegas supuestamente más progresistas solían atacar con un grave cargo: ser acomodaticio al poder de turno.De Walsh, como perfecta antítesis de Neustadt, se suele destacar lo contrario: su entrega militante a la literatura y al periodismo, y la defensa de sus ideales hasta poner en grave riesgo su vida y perderla, incluso, por mantenerse inclaudicable hasta el final. Pero, claro, el concepto de militancia en Walsh era combativo y bastante alejado de la versión obsecuente hacia las autoridades actuales concebida por el jefe de la agencia oficial Télam.Neustadt y Walsh fueron contemporáneos el uno del otro. El primero nació en Rumania (su padre era diplomático), en 1925, y el segundo vio la luz en Choele-Choel (Río Negro), dos años más tarde. Walsh murió en 1977, a los 50 años, durante un enfrentamiento, cuando un grupo de tareas intentaba cazarlo tras su audaz y valiente "Carta abierta de un escritor a la Junta Militar". Neustadt, en cambio, abandonó la escena en 2008, a los 83 años, en medio de un plácido almuerzo sabatino en su casona de Martínez, tres días después de escribir en su blog lo siguiente sobre el matrimonio Kirchner: "Consulté con un psiquiatra: son sadomasoquistas, gozan lastimando". Muchas veces, las simplificaciones del creador de las revistas Todo y Extra y la radio...

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