Negocios a medida para Cristóbal López
El protagonismo del empresario en la historia comercial del kirchnerismo parece reducirse a la impresionante expansión del juego que se dio desde la llegada al poder del matrimonio patagónico. Es una injusticia.
En las iniciativas más controvertidas de Néstor Kirchner y de su esposa en el campo de la energía el papel de también fue decisivo. Sobre todo por su influencia en Enarsa, la empresa fundada por el ex presidente y una de las grandes usinas de escándalos de la década. Gracias a ese poder, el dueño de la petrolera Oil MyS tiene a su disposición información privilegiada sobre sus competidores desde hace, por lo menos, siete años.
Enarsa fue fundada en noviembre de 2004 mediante la ley 25.943. El artículo 8º de esa norma estableció que esa sociedad anónima crearía una Base de Datos Integral de los Hidrocarburos a la que tendrían acceso todos los operadores del mercado. "Los concesionarios y permisionarios -dice la cláusula-deberán suministrar toda la información que les sea requerida por el Poder Ejecutivo nacional."
El propósito explícito de la iniciativa era dotar al Estado de un mapa exhaustivo de la riqueza en petróleo y gas. Ese gran archivo digital tendría grados de confidencialidad. La Argentina imitaría así a muchos países que cuentan con información geológica sistematizada para facilitar a las petroleras la exploración y explotación del subsuelo. Pero lo que ocurrió fue muy distinto. Antes de que los recibiera el sector público, los registros digitales estuvieron en poder de López.
En 2006, Enarsa llamó a concursó para la creación de ese banco de datos con información privilegiada de toda la industria. El criterio de selección no fueron los antecedentes ni el precio, sino la evaluación del proyecto.
Así quedaron atrás un par de firmas internacionales y, el 14 de marzo de 2007, se contrató a Registros Mineros Argentinos SA (Remasa). Una sociedad constituida el 24 de diciembre de 2006, que comenzó sus actividades el 22 de febrero de 2007, veinte días antes de que ganara el contrato para confeccionar la base de datos.
Sólo por comenzar a construir la base informativa Remasa recibió un adelanto equivalente a 2 millones de dólares. Por auditoría de datos se le pagarían 195.000 dólares mensuales, y por generación de contenidos, 360.000.
La predilección de Enarsa por una firma recién creada es la primera de una serie de curiosidades. El presidente de Remasa es Carlos Leone, quien también lidera Paraná Metal, la autopartista de...
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