Un negocio con más luces y menos ruidos

Cuando dan las 12, el cielo se vuelve día con luces de colores. El espectáculo acompaña en las Fiestas el choque de copas y los buenos deseos, desde que comienzan los festejos al este del planeta hasta que concluyen en el oeste, como un denominador común de culturas y religiones.

Pero, aunque sigue marcado por una gran estacionalidad, el despliegue es cada vez menos exclusivo de la temporada que abarca la Navidad, fin de año y la fiesta de Reyes. Una vuelta olímpica en un estadio, bodas de oro, un cumpleaños de 15 o el lanzamiento de un nuevo espumante también son excusas para encender las noches.

El negocio de las luces y sonidos mueve en la Argentina unos $ 200 millones al año, y emplea a unas 6000 personas en forma directa, con un fuerte impacto en trabajos indirectos, según datos de la industria que depende de la importación de productos desde China. El país inventor de la pólvora es el principal productor y es donde se fabrica el mayor volumen de lo que comercializan las compañías líderes locales, aunque algunas lo matizan con un porcentaje made in Argentina.

La pirotecnia está cambiando de naturaleza: la tendencia es ir del ruido a las luces. Es el caso de Júpiter, que concentra el 60% del mercado. "Nos estamos concentrando en eso, evitando explosiones y ruidos, y priorizando lo que llamamos ?tortas', que antes eran de precios prohibitivos y ahora hay un abanico de productos diverso, desde los 100 hasta los 12.000 pesos", describe Alberto Fernández, gerente de ventas de la empresa nacional que expandió su negocio por la región.

El cambio, coinciden en las compañías, alentó un reemplazo paulatino de lo efímero por espectáculos de los 20 segundos a los 5 minutos, que ofrecen color y altura.

En Cienfuegos, otra de las firmas de peso en el país, coinciden en el viraje que está dando el mercado: "En los últimos años, la preferencia de los usuarios cambió. Hay una marcada tendencia a consumir productos lumínicos en lugar de productos de estruendo, así como hay una predilección de los consumidores hacia las tortas (shows de tiros repetitivos con variedad de efectos lumínicos y sonoros) en lugar de las clásicas cañitas voladoras", detalla Daniel Landeira, vicepresidente de la empresa.

El espectáculo depende del presupuesto. En estas fiestas, la estimación del gasto por cliente se ubica entre los 200 y 1500 pesos con desembolsos mayores a los del año anterior, dado que, en promedio, los precios treparon entre 23 y 30%, detallaron en las...

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