La necesaria destitución de un juez

El Tribunal de Enjuiciamiento de Magistrados bonaerense resolverá el martes, finalmente, si el juez en lo penal Rafael Sal Lari es sometido a un jury o se archiva el expediente.El proceso tiene su origen en la denuncia del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, efectuada en representación de la familia del ingeniero Carlos Regis,vecino de Beccar, por haber sido asesinado en su propia casa por dos delincuentes que ingresaron en ella en la madrugada de junio de 2008.Los legisladores de la Comisión Bicameral analizaron los 11 expedientes en los que el magistrado fue denunciado, y resolvieron el 16 de febrero último acusarlo en cuatro de ellos por mal desempeño de su labor.Entre otros cargos, se le imputa a Sal Lari haber eximido de prisión preventiva a los acusados del asesinato del ingeniero Regis, haber excarcelado a sospechosos de la causa por el robo al Banco Río de Acassuso, no haber hecho detener a un hombre acusado de violar a su hija menor por no haber peligro de fuga y haber demorado la solicitud de un fiscal para allanar un domicilio en el que se vendían estupefacientes, entre otros gravísimos incumplimientos.Con una inseguridad creciente que dista de ser una sensación y encabeza los requerimientos de los argentinos en todas las encuestas de opinión, el juez Sal Lari no está a la altura de su investidura y deja en total desamparo al ciudadano común.Con cuestionables y rebuscados argumentos, usualmente encuentra la forma de excarcelar a los acusados de delitos. En los vericuetos que ofrece toda ley, e ignorando su espíritu, aparecen atenuantes para eximir de condena o reducir la pena a un delincuente...