Narcollamadas al corazón del poder

La revelación de la jueza federal María Servini de Cubría sobre la existencia de llamadas de personas vinculadas con el narcotráfico a teléfonos de la Casa Rosada es de una enorme gravedad institucional. Que el Gobierno, a través del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, haya respondido a la magistrada con un informe en el que se buscó aclarar que ningún teléfono de los sospechados tiene discado directo, por lo que las llamadas fueron hechas hacia y desde conmutadores compartidos por distintas áreas oficiales no sólo no disipa las dudas, sino que confirma la existencia de esos contactos.Se trata de la investigación que lleva adelante la jueza en la denominada "causa de la efedrina", en la que se encuentran procesados ex funcionarios de la Sedronar por haber habilitado el ingreso al país de más de 40.000 kilos de esa sustancia, que terminaron siendo desviados al narcotráfico. Como se recordará, la efedrina, además de destinarse a usos medicinales, es utilizada en la fabricación de drogas de diseño.Precisamente, Servini de Cubría ha determinado la existencia de una serie de llamadas entre acusados de ingresar efedrina en el país a teléfonos de la Sedronar, la Casa Militar y la Presidencia. Son los casos del empresario Alfredo Abraham, condenado a 11 años de prisión en otra causa, el 29 del mes último. En el expediente de Servini figura que Abraham se comunicó en 2008 con Miguel Zacarías, entonces funcionario de la Sedronar, y con el conmutador de la Casa Rosada y que, desde la Casa Militar, llamaron a Guillermo Manfredi, socio de Abraham y condenado a más de 4 años de prisión. Esos contactos coincidirían con las fechas en que se autorizó el ingreso de efedrina al país.La jueza sospecha con fundamento que los narcotraficantes actúan con apoyos desde dentro del Gobierno y con los de alguna fuerza de seguridad. Entre otros funcionarios cercanos a la familia Kirchner, Servini de Cubría tiene en la mira a parientes de Miguel Zacarías, quien es hermano de Máximo Rito Zacarías, empleado del PAMI, acusado de interesarse en la importación de efedrina; de Rubén Zacarías, ex funcionario de Protocolo de la Casa Rosada, y de Luis Zacarías, quien actualmente trabaja en la secretaría privada de la Presidenta. Todos ellos mantienen vínculos muy estrechos con los Kirchner desde sus épocas en Santa Cruz.La existencia de llamadas destinadas a una posible protección política a criminales, sin embargo, no es una sospecha sólo vinculada con el exponencial...

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