Una Naranja sin jugo ni juego

"Santo cielo, Holanda se transformó en Andorra", tuiteó con algo de malevolencia Gary Lineker, el goleador del Mundial 1986. "En el campo, se le salió definitivamente la máscara al equipo holandés, una parodia amarga que pasó del fútbol total a un conjunto lamentable que no tiene nada que buscar en la fase final de un torneo continental", opinó el diario De Volkskrant; para Johan Cruyff, "la manera en la que Holanda jugó al fútbol en el Mundial debió haber encendido una alarma, pero nadie se preocupó por leer más allá de los resultados". "Me gustaría seguir", dijo tímidamente el entrenador Danny Blind, una vez consumada la eliminación de la Eurocopa. Resultó uno de los grandes acontecimientos del año futbolístico, uno que merece una profunda explicación: ¿cómo fue posible que Holanda, el equipo que casi deja a la selección argentina fuera de la final del Mundial hace apenas 15 meses, un miembro habitual del top-ten del ranking FIFA que alcanzó el tercer puesto en la Copa del Mundo, se haya quedado tristemente fuera de la primera Eurocopa que tendrá 24 finalistas -algunos inéditos como Albania, Islandia, Gales, Irlanda del Norte o Eslovaquia- , el primer gran torneo al que falta desde el Mundial 2002?

La leyenda pretende que la debacle empezó hace tiempo, una noche de marzo de 2014, cuando Karim Benzema humilló como y cuando quiso a Bruno Martins Indi en un amistoso en que Francia venció 2-0 a Holanda, y Louis Van Gaal decidió que no podía dejar a sus defensores jugar mano a mano contra delanteros de clase y se propuso disponer siempre de ventaja en ese terreno. Su 4-2-3-1 favorito dejó lugar a un esquema con cinco defensores, muy sólido en campo propio y con terreno fértil para el contragolpe que explotaban Arjen Robben y Wesley Sneijder, con Robin Van Persie como punta. El 5-1 sobre España en el debut del Mundial de Brasil abrió un camino de indulgencia que acabó contra Chiquito Romero en la noche de los penales en San Pablo. El tercer puesto final en el Mundial, conseguido a expensas del vapuleado Brasil, terminó por confundir.

Pero con Van Gaal marchándose de inmediato al Manchester United, el carrereado Guus Hiddink asumió el comando del seleccionado naranja, con Danny Blind -el padre de Daley, destacado en la copa del Mundo- como lugarteniente y el objetivo de meter a Oranje en Francia 2016. El cambio táctico -Hiddink prefirió volver al 4-3-3- y la imposibilidad de producir un recambio natural de sus figuras, la mayoría superando la...

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