Napalpi: memoria, olvido, silencio

AutorGraciela Elizabeth Bergallo
CargoMagister en Antropología Social

El violento* proceso colonizador en el interior del chaco argentino (uno de los últimos espacios americanos que todavía se mantenía en poder de los indígenas) producido a fines del siglo XIX y en las primeras décadas del XX, obligó a estos pueblos a modificar sus modos de vida a partir del control económico del espacio, del tiempo y de sus ciclos vitales. La explotación del azúcar, el tanino y el algodón fue la razón que articuló esta región al escenario económico internacional, quedando sujeta a las demandas de los centros de poder, provocando cambios sociales, ecológicos y culturales que modificaron la historia de los antiguos habitantes, si bien se desarrollaron movimientos de resistencia de características peculiares. Las campañas militares en el sur y en el norte argentino representaron el forcejeo por intentar definir las fronteras. Ocurre en un período de la historia argentina en el que urgía la consolidación de la nación en un escenario anclado en el pensamiento liberal y el impulso del capitalismo. Este período fue conocido paradójicamente como de “paz y administración” por los cultores de la historia oficial. En las primeras dos décadas del siglo veinte, la región este del Chaco tuvo sucesivos avances de colonización agraria. Los llamados “aborígenes” fueron considerados mano de obra temporaria o permanente, y sus modos de subsistencia, basados en la caza, pesca, o recolección, se vieron limitados, al mismo tiempo que fueron reducidos sus espacios tradicionales de vida. Los indígenas fueron asentados en colonias agrarias subsidiadas por el estado donde debían aprender las “virtudes” del trabajo y la “civilización.” El más importante de estos asentamientos fue la reserva o reducción de Napalpi. La reducción fue fundada en 1911, fue un lugar donde los intereses de las empresas y el estado convergieron (Arengo, 1996). La reserva proveía, aseguraba, mano de obra en el tiempo en que ésta era demandada. Cuando no, los indígenas fueron objeto de los “métodos de reducción”: la educación formal, el aprendizaje de la agricultura, la disciplina del trabajo, la propiedad. Lynch Arribálzaga fue el ideólogo de ese proyecto civilizatorio que fue Napalpi. A mediados de los años veinte, en el Lote 38, la población indígena fue protagonista de un importante movimiento. Indígenas provenientes de diferentes lugares, respondieron al llamado del "profeta" Gómez y de otros chamanes que se unieron. Los factores desencadenantes fueron: la carga impuesta por la administración...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR