Nadal en Nueva York, como King Kong en el Empire State

NUEVA YORK.- Rafael Nadal echaba de menos caminar por Manhattan de la mano de Xisca Perello, su novia de siempre. Extrañaba pisar el cemento neoyorquino, percibir el bullicio del tránsito, alucinar con las luces de Broadway, levantar la mirada hacia los interminables rascacielos intentando no pestañear, absorto. El mallorquín añoraba disfrutar de algunos de los tantos musicales de la ciudad que nunca duerme; es más, cuentan los suyos que asistió a El Fantasma de la Ópera un puñado de veces. Es su obra favorita, claro, pero se la conoce de memoria.Sucede que, aquí, el mallorquín vivió momentos espirituales muy fuertes en su vida, en su carrera. Su primer contacto con Nueva York fue cuando era niño y llegó de visita con su numerosa familia. Por ello, cada vez que puede, recorre el Ground Zero, sin entender aún como cayeron las torres del World Trade Center. Se le eriza la piel. También se conmueve, de diferente manera, cuando camina por los pasillos del Arthur Ashe, el estadio para tenis más grande del mundo, y ve su gigantografía junto con la de los otros campeones del US Open. Rafa volvió a Flushing Meadows después de dos años, ya que en 2012 obligadamente lo tuvo que seguir por TV por culpa de sus maltrechas rodillas. Y vaya cómo regresó el español: lo hizo recargado, con una temporada de ensueño, con 9 títulos en 11 finales, 53 victorias y sólo 3 derrotas. Qué paradoja: Rafa, el rey de las canchas lentas, es el gran favorito [más allá de que Novak Djokovic sea el mejor preclasificado] para ganar el Abierto de los Estados Unidos que se pondrá en marcha mañana. ¡Quién lo diría...! Y como si fuera poco, podrá recuperar el número 1 si gana el torneo y Nole no juega la final, aunque también será el líder del ranking si alcanza la definición y el serbio no llega a los cuartos de final."Yo soy el primer sorprendido, o el segundo. No sé si Rafael será el primero, pero creo que sí. Sé cómo estábamos en Viña del Mar y en San Pablo, en febrero, y no estábamos así. Todavía no está recuperado del todo, pero las cosas han ido mejor de lo esperado", le comenta Toni Nadal, el tío y formador de Rafa, a La Nacion, durante la tarde de un sábado muy agradable, casi primaveral. Nadie duda del magnetismo hechizante de Roger Federer en el Billie Jean King National Tennis Center, pero la figura de Nadal, que anteanoche participó en la celebración por los 40 años del ranking ATP [en el Waldorf Astoria neoyorquino se juntaron 19 líderes del circuito] actúa como un imán. Su...

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