El nacimiento de otro gobierno

Si se hubieran dejado registrados en un mapa todos los caminos que y su equipo recorrieron para tratar de encontrar una salida durante las 48 horas más frenéticas (o dramáticas) de su gestión, la conclusión que se sacaría es que no se dejó punto cardinal por explorar. Casi ningún dogma quedó en pie.Al final, después de orillar extremos y andar con rumbos demasiado variados, todo indica que el Gobierno se inclinó por privilegiar la búsqueda de nuevos ingresos fiscales para equilibrar las cuentas (léase retenciones a las exportaciones), la adopción de medidas para tratar de preservar la paz social y un refuerzo de la alianza con el radicalismo, tanto en lo que refiere a políticas por tomar como a nombres por sumarse al . Hoy se sabrá si para el mercado eso es suficiente y si la política lo convalida.Las medidas y la reforma del equipo de gobierno que se anunciarán hoy se terminaron de resolver después de una sucesión interminable de reuniones en múltiples mesas y charlas telefónicas, lo que dejó expuestas las dificultades del Presidente y sus colaboradores para identificar soluciones que aseguren un éxito. También, es la admisión extrema de la gravedad del momento por el que se atraviesa, que ya no deja espacio ni tiempo para la muy transitada política de la prueba y el error.Macri debió a recurrir a todo su pragmatismo y exhibir una plasticidad extrema para reencauzar su gestión. Tuvo que arriar algunas banderas que parecían intocables, firmar más de un indulto a figuras que habían sido eyectadas de su espacio y sondearlas para que volvieran, recortar el poder, al menos formalmente, de algunos de sus colaboradores preferidos y reconfigurar un esquema de conducción que era su marca personal, con un sistema radial de relaciones y ministros con poderes acotados. Nada de eso sigue existiendo más de la misma manera.La crisis terminó por confirmar el mayor riesgo que tenía el sistema original: dejar a un presidente sin defensas ni fusibles capaces de preservar la instalación general ante graves contingencias. Demasiado para un país con tantas dificultades irresueltas, que el gobierno de Macri no consiguió domar con la receta aplicada hasta hoy. Tal vez podría haber funcionado si se hubiera llegado a aquel país normal que Macri prometió al asumir. Difícil de saberlo. La realidad (interna y externa) hizo imperioso abandonarlo.El poder limitado de los distintos ministros y la extrema concentración en el Presidente y en el tridente conformado por...

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