El 8-N: las caras de la protesta

Hortensia Rodríguez"Que no se toque la Constitución" Luego de toda una vida como docente, a Hortensia Rodríguez apenas le alcanza para vivir dignamente. Pasa sus días junto a su esposo, en un departamento de Colegiales. Al igual que ella, su compañero de siempre también cobra "la mínima". Ni en la época en la que tenía a su cargo todo un grado de chiquilines se vio obligada a hacer tanto ruido para que le prestaran atención: hace horas que golpea la tapa de una olla, con fuerza, pero por sobre todo, con bronca. "Estoy acá para que no se toque la Constitución, no quiero que se convalide un avasallamiento más de las instituciones. Digo no a la re-reelección", afirma. A lo largo de sus 76 años vio pasar muchos gobiernos, pero no duda un instante al calificar al actual: "Es el peor de todos", opina. Hortensia se ríe cuando se le habla de distribución de la riqueza. "¡Qué van a distribuir! Si lo que quieren es que todos seamos pobres, para así tener clientelismo asegurado eternamente", grita.Santiago Rigoizo"El transporte acá es paupérrimo" Cada día toma su bicicleta y cruza toda la ciudad para unir el barrio de Belgrano con el de Constitución, donde está su facultad. Santiago Rigoizo, de 20 años, cursa segundo año de ingeniería en la Universidad de Buenos Aires, pero el principal motivo por el que está en la marcha no es la falta de presupuesto para educación, sino el pésimo estado del transporte. "Estoy acá porque todos los medios de transporte son paupérrimos. El Gobierno gasta millones en Fútbol para Todos, pero no pone un peso en mejorar los trenes", comenta. Santiago se cansó de la falta de frecuencia en el servicio y de la inseguridad en las vías. "Cuando pasó la tragedia de Once, dije que nunca más subía a un tren", relata. No es lo único que lo inquieta: "No me creo el discurso de la política distributiva, porque lo único que veo es que los gobernantes se roban la plata y no hacen nada por la gente pobre".Milagros Pomiro"No me...