La reacción de la UE, entre el mutismo y la incapacidad diplomática

PARÍS.- Algunos silencios son en verdad ensordecedores. Ése es el caso de Europa, que, salvo raras excepciones, ha mantenido hasta ahora un inaudito mutismo ante el drama que viven centenares de miles de cristianos y otras , acosados por el arrollador fanatismo de los integristas del Estado Islámico (EI).Anteayer, después de que los jihadistas tomaron el control de Qaraqosh, la ciudad cristiana más importante de Irak, Francia se declaró dispuesta a aportar su apoyo a las fuerzas que los combaten, sobre todo a los kurdos del Norte, que en los últimos días sufrieron importantes reveses militares en regiones bajo su control."Francia está dispuesta a asumir toda su responsabilidad ante las exacciones intolerables del EI en Irak", afirmó la presidencia francesa en un comunicado. Además de su tradicional apoyo a los cristianos de Oriente y el otorgamiento de visas de asilo a los miembros de esa comunidad, París se declaró dispuesto a socorrer a los civiles desplazados y otras minorías religiosas perseguidas, como los yazidis y los chabak.Si bien el presidente François Hollande advirtió que una acción militar es impensable sin la autorización expresa de la ONU, el ofrecimiento de ayuda humanitaria, inteligencia militar y probablemente algún tipo de armamento tiene una gran importancia. Sobre todo teniendo en cuenta que Francia se negó a respaldar a Estados Unidos en la intervención militar de Irak en 2003.Hollande se felicitó por la decisión de Barack Obama de autorizar ataques aéreos quirúrgicos contra el EI y, al mismo tiempo, lanzó un llamado a una "movilización general de la Unión Europea [UE]". El presidente francés dijo que París "examinará con Estados Unidos y todos sus socios las acciones que podrían adoptarse para poner fin a los sufrimientos de la población iraquí".Sin embargo, hasta ayer, sólo Gran Bretaña había respondido a la crisis con un tímido "presente". Tras congratularse por la decisión de Estados Unidos, el premier David Cameron anunció que la fuerza aérea británica participaría en la misión de lanzamiento de ayuda humanitaria a los yazidis atrapados en el monte Sinjar, pero descartó toda contribución militar de su país en Irak.El escaso entusiasmo de Cameron incitó al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, a exigir un esfuerzo suplementario. "Lo que vemos en Irak constituye una grave violación de la libertad de culto. Creo que las puertas de Gran Bretaña deberían -como lo hizo Francia- abrirse a los refugiados", declaró en un comunicado el...

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