Músicos con nueva letra

"Muchos escritores esperan poder pasar de la escritura de una novela a la de un guión, pero se equivocan. No se dan cuenta de que esos dos objetos, novela y guión, utilizan en realidad dos escrituras distintas." Lo dijo una autoridad como Jean-Claude Carriére, guionista de Luis Buñuel y otros grandes directores a lo largo de los últimos 50 años. En su opinión, hay que conocer "cueste lo que cueste" las peculiaridades del lenguaje cinematográfico, lo que resulta arduo para algunos genuinos hombres de letras. Sin embargo, ese desafío encuentra, para sorpresa de muchos, cada vez más respuestas positivas en figuras de la música popular, la mayoría llegada en los últimos tiempos al mundo del cine desde el rock. Tal vez el ejemplo más consecuente de esta tendencia en ascenso lleve el nombre de Nick Cave, el inquieto músico australiano cuya firma está inscripta en cuatro películas, todas ellas realizadas con el director John Hillcoat. La más reciente es Los ilegales ( Lawless ), un relato ambientado en la Ley Seca con aire de western que se estrena hoy.Como si encontraran en el cine el mejor modo de integrar bajo un solo techo las distintas vertientes de su vocación ?la imagen, la palabra y el sonido? aparecen con más frecuencia de la imaginada nombres conocidos de la música resueltos (con éxito, como veremos) a escribir para la pantalla grande.Entre nosotros, y en distintas etapas históricas, algunas figuras que ratificaron en el cine la popularidad alcanzada en la música popular elaboraron, solos o en colaboración con otros nombres, los guiones de algunas de sus películas. Pasó, por ejemplo, con Leonardo Favio en los 12 títulos (cortos y largometrajes) que dirigió, con Hugo del Carril (Yo maté a Facundo) y con Fito Páez (Vidas privadas, ¿Dónde está el portaligas?). Hasta Palito Ortega intervino en el guión de ¡Viva la vida!, aquella cabalgata musical en episodios que en 1969 dirigió Enrique Carreras.Fuera de nuestras fronteras, la tendencia se afirma con algunos nombres inesperados. El de Cave aparece como uno de los más firmes, porque su firma en el guión de Los ilegales no es su primera experiencia en la materia, como se explica por separado.El western también le abrió un lugar a Bob Dylan como actor. Fue uno de los protagonistas de Pat Garrett y Billy The Kid, de Sam Peckinpah.Pero el cantautor de Minnesota también incursionó como guionista de cine. Primero con Renaldo y Clara (1978), un film casi experimental con cruces entre el documental y la acción...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR