Música para haikus y animalitos

Martín Liut y Guillo Espel se conocen desde hace un par de décadas, cuando Martín participaba como pianista y compositor en el heterodoxo trío tanguero Puente Alsina y Guillo integraba, como compositor y guitarrista, el heterodoxo trío folklórico La Posta. Quizás este adjetivo, que caprichosamente el cronista elige para describir viejos proyectos del tango y el folklore, sirva para definir el punto de contacto que hoy los convoca para un espectáculo juntos. Lo crearon sobre textos de Santiago Espel y Pablo Katchadjian. Lo denominaron Zona canción y lo presentarán todos los domingos de este mes en Hasta Trilce.

No fue la única coincidencia entre estos músicos que hoy transitan el vasto e inasible panorama de la música contemporánea, que invoca tanto a los elementos de la tradición musical escrita (esa que desembocó en el modelo "siglo XX" de los sesenta y setenta) y a parte del lenguaje de la música popular. Mixturas de estos tiempos y algún efecto casual y, a la vez, causal.

Porque la experiencia que están por estrenar tuvo una precuela cuando Andrés Gerszenzon los llamó, junto a otros compositores, para participar en el espectáculo Odio a mi familia (mezcladito argento), que subió al escenario del Centro Cultural Rojas en 2013.

Ése fue el puntapié de Zona canción. De hecho, una parte de lo que Espel y Liut idearon va por esa misma cuerda. En la segunda parte llega la novedad: una serie de haikus escritos por Santiago Espel, hermano de Guillo, que los músicos transformaron en canciones. Pero no juntos. Por eso se escucharán dos veces con distintas músicas. Así comienza un trabajo...