En el mundo se escucha un clamor casi unánime: no a un gobierno de Trump

PARÍS.- Contrariamente al equilibrio que existe en Estados Unidos, el resto del mundo votaría masivamente por Hillary Clinton en estas elecciones. Todos, salvo los rusos.

Las encuestas lo confirman desde hace seis meses. No sólo en Europa, sino también en América latina, Asia o África la gente prefiere a la candidata demócrata para dirigir la principal potencia occidental.

Europa es, en todo caso, el ejemplo perfecto: 56% de franceses, 55% de españoles, 53% de italianos, así como la mitad de los alemanes quisieran ver a Hillary Clinton llegar a la Casa Blanca. Única excepción en esa masiva tendencia: polacos y británicos. Sólo votarían por ella 47% y 36%, respectivamente, según un reciente estudio realizado por el instituto francés Ifop.

Reflejo de esa preferencia, en el Parlamento Europeo hay que ir a buscar en las filas de la extrema derecha y los eurófobos para encontrar diputados que deseen la victoria de Donald Trump. Aparte de ese escaso centenar de representantes, el candidato republicano provoca una unánime repulsión en la mayoría de los 751 miembros del hemiciclo, incluso en el campo conservador.

Como en el resto del mundo, la elección presidencial en Estados Unidos apasiona a la cámara legislativa europea, donde todos ven "el perfecto resumen de la confrontación ideológica occidental entre la emergencia de un populismo, provocado por una globalización que los electores han dejado de comprender, y los partidos políticos clásicos, incapaces de explicar su acción", según el diputado español de derecha (PPE), Esteban González Pons.

"El enfrentamiento ha dejado de ser entre derecha izquierda", coincide el socialista alemán Martin Schultz, presidente del Parlamento Europeo. "El futuro de la política es populismo contra democracia", sentencia.

Pero los especialistas ven en ese apoyo mayoritario un bemol: "Se trata más bien de un antitrumpismo que de un pro-Hillary, en la medida en que los grandes medios de comunicación del planeta han presentado en permanencia las gaffes del candidato republicano, su sexismo, su vulgaridad y su agresividad", explica François-Bernard Huyghe, experto en comunicación.

Para las clases dirigentes, por el contrario, no hay dudas: lo que está en juego es suficientemente grave como para votar por Trump, partidario decidido del aislacionismo, que aplaudió el Brexit, anuncia su intención de hacer pagar a los aliados por la protección militar de Estados Unidos y pretende denunciar la mayoría de los tratados de...

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