Moyano dejó entrever un respaldo a Cambiemos de cara al ballottage

Cuando Hugo Moyano asimiló que su poder estaba seriamente amenazado, las urnas le devolvieron la esperanza de recuperar el protagonismo perdido después de su irreconciliable pelea con el oficialismo, del que fue aliado y defensor durante ocho años. Si Mauricio Macri alcanza la presidencia, el jefe de los camioneros y de la CGT opositora intuye que recuperaría privilegios e influencia. Tanto o más que lo que les concedió Néstor Kirchner en 2003.

Delante de una multitud, a Moyano le faltó ayer pedir abiertamente el voto por Macri. Aunque lo insinuó de manera elíptica: enumeró un rosario de críticas por el que no acompañaría a Daniel Scioli. Y hasta le regaló un elogio al jefe de gobierno porteño: valorizó el homenaje que le hizo a Juan Domingo Perón cuando inauguraron juntos un monumento del presidente antes de los comicios generales del 25 de octubre.

Moyano no se preocupó en maquillar su giro. Justificó el acto por el día de la militancia peronista porque creyó necesario "hacer un racconto de lo que pasó cuando faltan pocos días para las elecciones". Calificó al Gobierno de "hipócrita", "mentiroso" y de "no tener nada que ver con Perón". Y sobre la Presidenta, en particular, dijo que era "una revolucionaria de café".

Sin nombrarlo, también se refirió a Scioli por haber votado a favor de la privatización de YPF y ahora creerse "el campeón mundial de las nacionalizaciones". Pero fue más duro cuando advirtió sobre "los cantos de sirena" de lo que pasaría si el domingo no se impusiera el Frente para la Victoria. "No se dejen engañar", les dijo Moyano a miles de militantes gremiales que cubrieron las calles Azopardo y Chile con la excusa de conmemorar el regreso al país de Perón tras su exilio de 18 años en Madrid.

El sindicalismo suele ser melancólico: reivindica gestas en sepia y evoca permanentemente a los dirigentes que dejaron una huella profunda: Vallese, Rucci, Ubaldini. Todos ellos fueron mencionados ayer durante un acto íntimo en los pasillos de la CGT, donde se descubrió una escultura de Perón diseñada por el artista plástico Fernando Pugliese. Erguido, con rostro serio e imponente, la figura de Perón lucía el uniforme que el general vistió para asumir su tercera presidencia. El uniforme fue cedido a la CGT por Francisco de Narváez en 2013, cuando el diputado había sellado una fugaz alianza electoral con Moyano. Ayer, De Narváez no fue mencionado ni siquiera cuando se dieron detalles de la vestimenta.

Dentro de la CGT, el contexto...

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