Moratoria previsional: una respuesta que esquiva un problema de fondo que persiste y se agrava

A mediados de la década pasada se reglamentó un régimen de regularización de deudas previsionales establecido por una ley, la 24.476, que había sido aprobada diez años antes. A partir de 2006, entonces, empezaron a otorgarse planes de moratoria por aportes impagos que correspondían, en esa primera versión de los planes, a períodos anteriores a octubre de 1994.Hace un cuarto de siglo, según la estadística oficial, la tasa de informalidad entre los asalariados era algo superior al 30%. En el primer trimestre de este 2020, año de pandemia y cuarentena que amenazan con dejar una situación laboral con un deterioro acentuado, la falta de aportes alcanzaba al 35,8% de los trabajadores dependientes, según el dato de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. Si se mira el universo total de ocupados, incluyendo a los asalariados y también a quienes trabajan por cuenta propia, entonces el 51,2% estaba en la informalidad a principios de este año, según un análisis de datos oficiales hecho por la Cátedra Unesco del Instituto Torcuato Di Tella.Los números muestran una realidad persistente, la de millones de personas que, al llegar a la edad jubilatoria no pudieron, no pueden y no podrán cumplir con el requisito de 30 años de aportes exigido por la ley del actual sistema general de previsión social.que se pusieron en marcha a partir de aquella reglamentación hecha 15 años -y que hoy siguen vigentes- atrás lograron que haya una alta tasa de cobertura de ingresos para la población de adultos mayores. Pero su punto débil es que no fueron acompañadas ni por estudios sobre sus costos ni por previsiones para su financiamiento. Tampoco hubo políticas que lograran mejorar efectivamente el problema de base, el del mercado laboral, que tuvo años con indicadores más negativos aun que los mencionados, para volver luego a estabilizarse en niveles que de por sí son elevados y que marcan desafíos presentes y futuros.Según proyecciones hechas en 2017 por el actuario Carlos Grushka, mientras que en ese momento más de 80% de las personas de 65 años y más cobraban una prestación jubilatoria, (si se consideran también las pensiones contributivas, la tasa de cobertura sería algo mayor en todos los casos). Para llegar a esos números se supuso un escenario sin cambios normativos, en el que las moratorias van perdieron progresivamente vigencia. El plan de pagos subsidiado previsto por la ley 24.476 no tiene fecha de vencimiento, pero como admite la declaración de deudas...

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