Monzó planea dejar su cargo sin esperar a que venza su mandato

Jueves 26, 11.32 de la mañana. Emilio Monzó entra a la Casa Rosada con paso raudo y mirando su teléfono celular. Luego de "relojear" a los periodistas que lo esperan, sube sin hablar las escaleras hacia el primer piso, donde participará del agasajo al presidente de Chile, Sebastián Piñera.

La imagen de soledad de aquella mañana de jueves complementa el final del "tsunami" que vivió el presidente de la Cámara de Diputados, luego de conocida su charla con el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la que les comunicó que no seguirá en el espacio que ocupa en un eventual segundo mandato de Cambiemos.

Monzó -y también su mesa chica, que lo acompaña desde hace años y que también vivió despedidas del sciolismo y el denarvaísmo- acusaron el golpe y cerraron los teléfonos a la prensa.

No piensan, por cierto, en irse del espacio que desde 2011 ayudaron a construir, pero creen que el futuro y prometido "exilio" de Monzó en la embajada de España se concretará bastante antes de diciembre de 2019 (algunos piensan que ocurriría con la renovación de autoridades de fin de año), y que las consecuencias llegarán a otros rincones del Congreso y la legislatura bonaerense.

Quienes hablaron con Monzó durante esta semana coinciden: lo percibieron "aliviado" luego del blanqueo de la charla con el Presidente, reforzada el lunes luego de un diálogo telefónico con Peña, quien fue finalmente quien anunció su alejamiento del cuarto lugar en la línea presidencial.

Nadie lo escuchó retractarse de sus críticas a Jaime Durán Barba, ni a las políticas del ministro de Energía, Juan José Aranguren, aunque defendiera la política tarifaria del Gobierno en la sesión del miércoles pasado. "Estuvo en un lugar muy importante de decisión, y ya no está más. Se cansó, y no encuentra el camino para criticar y que lo escuchen", describió uno de los miembros del bloque Pro con el que dialogó en los últimos días.

Junto con Monzó, que tendría pensado irse a España a mediados del año que viene, atravesaron una semana complicada dos de sus leales: el presidente del bloque Pro en Diputados, Nicolás Massot, y la secretaria parlamentaria, Silvia Lospennato. Ambos deben renovar sus bancas el año que viene.

"Massot no va a seguir siendo el jefe del bloque, y Silvia no tiene ganas de seguir haciendo lo que hace", apuntó otro miembro de la bancada.

Solo Sebastián de Luca, número dos del ministerio del Interior que encabeza Rogelio Frigerio, parece por el momento a salvo...

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