Molestia en la Iglesia por el modo y el lenguaje de monseñor Héctor Aguer

En momentos en que la Iglesia procura avanzar hacia la cultura del encuentro y mostrarse abierta a los que piensan distinto, en la línea pastoral marcada por el papa Francisco, no fueron muy bien recibidas en el ámbito eclesiástico las afirmaciones del arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, que denunció en los últimos días la propagación de una "cultura fornicaria" y advirtió que "la masturbación es animaloide".

"Aguer no se aparta de una línea de la doctrina social de la Iglesia en materia de sexualidad y moral, pero el problema no es el contenido, sino el modo, el lenguaje y la oportunidad", clarificó a LA NACION un obispo del conurbano que le tiene aprecio y respeto intelectual, pero no comparte sus expresiones.

"Lo que dijo no expresa ni representa hoy una preocupación de la Iglesia, especialmente en momentos en que hay otros problemas más importantes", añadió otra fuente episcopal.

Entre los obispos hay coincidencia en que la gente sabe y tiene en claro lo que piensa la Iglesia sobre moral sexual y matrimonio. "Pero hoy se intenta enseñar la doctrina en un ámbito de respeto por la libertad individual de los fieles. No es tanto el contenido, sino la forma, que a veces puede sugerir un cierto desprecio a las personas", indicó un obispo, consciente de que las posturas del arzobispo de La Plata no se alejan de la doctrina de la Iglesia. "En el fondo, la Iglesia toda la vida dijo lo mismo", agregó.

La polémica

Polemista nato, Aguer tiene 73 años y es arzobispo de La Plata desde junio de 2000. Cumplirá 75 años en mayo de 2018, por lo que le falta un año y nueve meses para presentar su renuncia, como lo obligan las normas canónicas. Si bien su estilo frontal se contrapone con la apertura pastoral del papa Francisco, fuentes eclesiásticas afirmaron que ambos mantienen una comunicación permanente, con un frecuente intercambio de cartas manuscritas.

En La Plata hay actualmente dos obispos auxiliares -Nicolás Baisi y Alberto Bochatey- y algunas versiones indican que el propio Aguer, luego de que atravesó un problema de salud, le pidió a Francisco el nombramiento de un arzobispo coadjutor para comenzar a trabajar con miras a una eventual y ordenada transición. Se trata de una modalidad de sucesión que la Iglesia aplica habitualmente en diócesis relevantes, como Buenos Aires, Córdoba, San Isidro y la propia arquidiócesis platense, y que se maneja...

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