Modestos aportes al debate sobre diálogo y concertación social

AutorJulio Simón

En un trabajo publicado hace ya bastantes años Angel Flisfisch, siguiendo los lineamientos básicos del individualismo metodológico, destaca la importancia del concepto de racionalidad imperfecta sobre el cual afirma: "Este concepto no tiene que ver con la completitud o incompletitud de la información de que dispone el actor, ni tampoco, con un desarrollo imperfecto de sus competencias racionales. Inversamente, se halla definido en términos de una relación peculiar entre racionalidad y voluntad. (…) La noción de racionalidad imperfecta apunta a una relación compleja y ambigua entre racionalidad y voluntad, que puede sustentar comportamientos complejos, los cuales no poseen ni esa transparencia inmediata del comportamiento irracional que lo hace particularmente resistente a la intervención práctica" 1.

Más tarde amplía la definición del concepto, introduciendo otro sobre el cual el mismo Flisfisch sostiene "la posibilidad de de relaciones ambiguas y complejas entre racionalidad y voluntad ha sido reconocida desde hace siglos en lo que el sentido común denomina debilidad de la voluntad" 2. Un ejemplo, a nivel individual de esto que cita el autor se refiere al hábito de fumar, pues uno sabe con seguridad que el fumar es perjudicial para la salud, sin embargo, uno lo sigue haciendo debido al placer breve, pero placer al fin, que causa el fumar. Es decir, la voluntad propia que media entre placer (voluntad) y salud (racionalidad) es débil. Es por ello, que existen tratamientos para dejar de fumar, que intervienen como terceros en y entre la débil voluntad y la racionalidad del fumador.

En el mismo trabajo el noruego Jon Elster cuando define el caso de Ulises y las sirenas, como paradigmático para comprender la racionalidad imperfecta. Ulises sabe muy bien que el canto de las seductoras sirenas sólo pueden atraerlo a él y a los hombres de su barco al naufragio y a la muerte segura. Si Ulises fuese racional, en sentido puro, haría caso omiso al canto de las sirenas; pero, al mismo tiempo, sabe que su voluntad es débil como para desatenderlo. Ulises implica, en definitiva, un paradigma, según Elster, respecto al tipo de estrategia que la asociación entre racionalidad y voluntad débil puede concebir para superar esa debilidad, conformando así los resultados del quehacer con los dictados de esa misma racionalidad. Como sabemos, Ulises previó la situación, es decir la compleja relación entre voluntad débil y racionalidad; por ello decidió taparse y taparles los oídos con cera a sus hombres y burlar así el seductor canto de las sirenas. Esta estratagema de Ulises, define un conjunto de estrategias, que son eficaces para superar la debilidad de la...

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