El modelo no cierra sin traicionar a Moyano

Los líderes sindicales que aceptaron la invitación de Jorge Triaca a Europa, donde el ministro mantendrá desde el martes reuniones con dirigentes españoles, holandeses y alemanes para explorar sistemas de gremialismo racional, han decidido acompañarlo solo a través de sus adjuntos. No quieren exponerse en persona. Son una docena, pero hay dos gremios importantes que no estarán representados: bancarios y camioneros. "Si viajara, Pablito Moyano haría caer el acuerdo Unión Europea-Mercosur", se resignan en el Gobierno.

El doble juego sindical es tan viejo como el peronismo. Lo ejerció el propio Hugo Moyano hasta el día de su última reunión con Triaca. Aquella mañana en la que, después de recorrer los 13 pisos del Antártida, el hospital que el gremio inauguraba en Caballito, llegó a la planta baja e hizo, recuerdan los macristas, lo único que no tenía que hacer para terminar de romper la relación con Macri: jactarse ante sus pares de no haberlo invitado. Moyano nunca retrocede. Hasta ese momento ambos habían estado distanciados, pero no incomunicados. Es cierto que el Presidente se venía rehusando desde hacía seis meses a recibirlo. Había dejado ya de creerle: decía entre íntimos estar cansado de que el camionero se mostrara en privado siempre dispuesto a respaldar al Gobierno y, al mismo tiempo, entorpeciera a través de su hijo Pablo la reforma laboral y la negociación para aligerar el convenio colectivo del sector.

Ese acto en Caballito terminó siendo el punto de inflexión. Dos días después, el 11 de enero, en plena feria judicial, Gabriel Pérez Barberá, uno de los fiscales que conducen la Procelac, brazo del Ministerio Público que investiga el lavado, los denunció a Hugo y a Pablo Moyano, a Oca y a varias empresas por presunto lavado de activos de origen ilícito. Desde entonces, Daniel Angelici, presidente de Boca, que tenía diálogo directo y frecuente con el camionero y líder de Independiente, recibió desde la Casa Rosada la orden de cortar todo contacto. "Me preocupa que todo sea de Boca", retribuyó anteayer Moyano, consultado sobre los arbitrajes en varias radios.

El fútbol es en la era Macri una buena maqueta de desencuentros más abarcadores. Hace diez días, el Presidente se fue de un almuerzo en Olivos con Claudio Tapia, presidente de la AFA, agradecido de los gestos de buena voluntad de su invitado y convencido de que Moyano, suegro de Tapia, había decidido irremediablemente rodearse de lo más irracional de su entorno. Hay que...

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