Fue modelo, interpretó a Evita y ahora lidera la profesionalización de una carrera que no para de sumar alumnos

En las aulas donde se forman enfermeros está en marcha una revolución silenciosa. Al proceso de profesionalización que se viene dando en las últimas décadas, con una alta demanda de profesionales, la pandemia de Covid-19 sumó un nuevo desafío al volver más visible que nunca el trabajo esencial de enfermería : solo en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), este año, se inscribieron casi 10.000 alumnos, el doble que antes de la pandemia .

Ante esa "explosión" del interés de jóvenes (y no tanto) que aspiran a una formación universitaria, Irene Simeoni no puede esconder su alegría. Testigo privilegiada desde los 90 de la reconversión de auxiliares a licenciados, desde hace una década participa activamente en ese proceso desde la dirección de la carrera en la UBA .

Con su equipo, es fuente de consulta sobre el camino a tomar en la formación de cuatro años organizada en un primer ciclo con 22 materias para ser enfermero universitario y, un segundo ciclo, con otras nueve materias para ser licenciado en enfermería, con conocimientos que van desde farmacología y psicología evolutiva hasta física y química. Es la primera carrera de la facultad que incluyó prácticas sociales educativas a través de 17 unidades académicas distribuidas en la ciudad y la provincia de Buenos Aires.

Irene Simeoni y Lidia Incola en el gabinete de simulación, en el 9° piso del Hospital de Clínicas

"Lo nuestro es cuidar personas con personas. Desde el nacimiento hasta la muerte, hay un abanico de áreas a las que dedicarse. Es una profesión hermosa, en la que se dan cuenta que pueden desarrollarse acá y en el mundo, donde nuestros profesionales son requeridos por la formación, sus capacidades y la creatividad. Con poco, en la Argentina sabemos hacer mucho", dice Simeoni, en su oficina del séptimo piso del edificio frente a la Plaza Houssay. Su nuevo objetivo es impulsar que cada vez haya más egresados que se dediquen a la investigación en enfermería y avancen al doctorado .

"Aún hay un alto porcentaje de auxiliares porque muchos no han podido [seguir estudiando] o no han visto en esta actividad una carrera profesional. Todo cambio merece un tiempo de adaptación, de reconversión, y eso hay que transitarlo. Ese nivel de formación va a ir quedando en el tiempo, pero es importante recordar que todos fueron necesarios en su momento", señala.

Aunque la enfermería fue su primera elección profesional, la retomó recién un par de décadas después del secundario. En 1972, cuando tenía 18 años, fue segunda princesa en la cuarta edición del concurso de belleza Miss Siete Días . En ese momento, estaba cursando el ingreso a la facultad y, con los viajes y la exposición pública, optó por seguir adelante...