El mito fundacional del kirchnerismo

Cristina y Nestor Kirchner, ex presidentes de la Nación

A la espera del contado privilegio de ser llamados a vacunarse, los argentinos no tienen tiempo para prestar atención a otra cosa que no sea la pandemia, la cuarentena, la situación económica o la inseguridad, entre otros acuciantes asuntos. Quizás la mejor síntesis sea decir que la vacunación es fiel reflejo de la decadencia argentina: incompetencia, desorganización, ignorancia, corrupción, ausencia de valores éticos e ideologismo, entre otros males. La desvergonzada reivindicación de los vacunatorios VIP es expresión paroxística de esta decadencia sin fin.

Otros, más afortunados, un minoritario grupo, tenemos resto para poner también nuestra atención en el avasallamiento de la justicia, las limitaciones a los derechos y garantías constitucionales, las negociaciones con el FMI y el Club de París, el voto argentino en contra de Israel en el marco del conflicto con Hamas y el retiro de la demanda por las violaciones de los DDHH en Venezuela, entre otras cuestiones. Para la política, la única agenda parece ser la electoral pues todo se subordina a ella.

Los más privilegiados debemos hacer un esfuerzo de comprensión de las causas que nos llevaron a esta decadencia terminal si pretendemos contribuir a revertirla. La oposición republicana tiene la obligación de analizar qué factores han incidido para que hayamos llegado a la terrible situación actual de la Argentina, si quiere que cambiemos.

Se puede discutir cuándo empezó la decadencia argentina. No entraré en esa discusión bizantina , pero si diré que en la década de 1960 y aún a mediados de la de 1970, los argentinos, en su mayoría, disfrutábamos de un nivel de vida razonablemente bueno, en múltiples aspectos, en comparación con otros países, sobre todo los de la región. Numerosos indicadores y comparaciones socioeconómicas de la época lo testimonian.

La decadencia argentina, exacerbada durante la era kirchnerista y hoy más vigente que nunca , tiene su origen en el setentismo montonero.

El mito fundacional kirchnerista, su setentismo montonero es, paradójicamente, tan falso en su génesis como verdadero en su evolución y, lo que es peor, adoptado primero por conveniencia, se convirtió luego en creencia religiosa, para terminar manifestándose en todo tipo de políticas públicas, de Estado, llevadas adelante por fanáticos que han terminado por dominar casi todas las instituciones.

Si para muestra basta un botón, el libro Montoneros y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR