¿La mitad de la sala llena o la mitad de la sala vacía?

Si uno se pone a curiosear la cartelera porteña, específicamente la de la escena comercial, es llamativa la cantidad de funciones semanales que tienen las obras. Puede que hayan algunas diferencias, pero en general comienzan los miércoles y llegan al domingo, duplicando los sábados y, algunas, también los viernes. Si bien hay obras que están teniendo un desempeño increíble en la taquilla ( Stravaganza , Escenas de la vida conyugal o Toc Toc) no a todas les sucede lo mismo; y si bien su performance es mucho más que digna, la cantidad de funciones diluye ese número, esa sensación. Y ahí habría que preguntarse qué eligen los productores y qué los actores, que son los que ponen el cuerpo. Parece una cuestión de números, pero suena muy frío para estos intérpretes que entregan todo su talento de igual modo ante cien personas que ante trescientas. El caso es que, por ejemplo...