El misterio de Trelew

El misterio de Trelew

A 50 años de los sucesos sangrientos de la Base Naval Almirante Zar (que se cumplirán el lunes 22), los cuales pasaron a la historia como "la masacre de Trelew", todavía quedan áreas oscuras sobre las que nadie parece haberse interesado. No se trata de la matanza, que fue un hecho, cualesquiera hubieran sido las causas desencadenantes. Nos concentraremos en aquello que nos parece más extraño, que es la fuga previa del Penal de Rawson.

Para quienes no vivieron en esa época o que no leyeron la historia sobre aquella trágica trama , baste con señalar, a modo de síntesis, que en agosto de 1972 jefes de tres organizaciones guerrilleras que estaban detenidos con muchos de sus compañeros en el penal de Rawson ejecutaron una fuga masiva, planeada, según su versión, para cien miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Montoneros. La fuga resultó exitosa para un grupo de ellos, casualmente los principales jefes, que consiguieron secuestrar un avión de la compañía Austral en el aeropuerto de Trelew y viajar a Chile, donde recibieron la protección del gobierno comunista de Salvador Allende y viajaron hacia Cuba. Los demás llegaron con retraso al aeropuerto, tras haber fallado los transportes que los trasladarían, por lo cual fueron capturados y llevados a la Base Naval Almirante Zar. Allí, dieciséis de ellos murieron bajo las balas del personal de la Armada. Según los guerrilleros, se trató de un fusilamiento. La Marina dio por entonces la versión de un motín con captura de un oficial.

Nos concentraremos ahora sobre lo que nunca fue debatido: la fuga inicial, con las fuentes ofrecidas por el testimonio de los propios guerrilleros a través de dos libros: La patria fusilada , de Francisco Urondo, escritor y miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y La pasión según Trelew , del escritor Tomás Eloy Martínez.

El libro de Urondo es el reflejo de un reportaje a tres guerrilleros en la cárcel de Devoto , horas antes de su liberación por el indulto del presidente Héctor Cámpora, el 25 de mayo de 1973. Ellos eran María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo René Haidar.

Para la preparación previa a la toma del penal, los presidiarios confeccionaron muchas prendas . Según las revelaciones de Haidar a Urondo: "Las compañeras tejieron pulóveres negros de cuellos altos que eran parte del uniforme que utilizaba el personal del penal. Y boinas también… Se hicieron los escudos blancos que...

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