El misterio de las baterías que engordan

Mal o bien todos saben cómo es un iPhone. Es, ante todo, lindo. Segundo, y aunque parezca un detalle trivial, el display está firmemente unido a la carcasa. Así que esa noche, cuando me senté en mi estudio, había algo raro en el escenario alrededor de mi pantalla principal. Por el rabillo del ojo mi cerebro había recibido un dato anómalo. No era del todo consciente, pero resultaba, en un nivel subliminal, muy molesto. Al final, eché un vistazo y noté un detalle inusual, diría que incómodo, en mi viejo, pero todavía saludable iPhone 3Gs. Entrecerré los ojos. Me repetí las dos cosas que caracterizan a los smartphones de Apple: son lindos y la pantalla está unida al respaldo.Bueno, éste ya no era el caso. El display, limpito, sin quebrarse, se había separado del cuerpo del teléfono. OK. Había dos posibilidades. O había caído en alguna clase de realidad paralela en la que los iPhone tienen pantallas desmontables. O la batería de iones de litio se había hinchado y había causado un desastre. Apuesten.No era la primera vez que me ocurría. Un par de años atrás, había encontrado un BlackBerry con la tapa trasera suelta. Extraño. No recordaba haber siquiera usado ese teléfono. Mucho menos haberle sacado la tapa. En casa no hay fantasmas –garantizado–, así que sólo había una explicación: la batería se había hinchado hasta casi duplicar su grosor, empujando la tapita. Tomé el teléfono y así era, de pronto el BlackBerry tenía una batería con sobrepeso.Lamentablemente, los iPhone no ofrecen el lujo de una tapa trasera. De este modo, aprisionada entre el motherboard (la placa electrónica donde van soldados todos los componentes del teléfono) y el respaldo, la batería hizo un genuino desastre al hincharse. El display saltó hacia afuera y el motherboard, sujeto al respaldo mediante tornillos, se dobló hasta quedar al borde del quiebre. Un smartphone excelente, en estado impecable, que me había servido de muleto en más de una ocasión, estaba por completo destruido.¿Qué había pasado? La batería, tras sufrir una falla, se había llenado de gas. Es el paso previo a prenderse fuego, si seguimos intentando cargarlas.Un poco de alivioUn momento, a no alarmarse. Los casos de baterías que llegan a las llamas son contados y, además, si una compañía detecta que tiene acumuladores fallados, los recupera y los reemplaza. Ha pasado un número de veces, y en las mejores familias. Las baterías que se hinchan son, en cambio, bastante más comunes.Para obtener respuestas de alguien que trabaja...

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