Una misión demasiado compleja: ser bicampeón

Es el mejor ejemplo de la inestabilidad que gobierna en el fútbol argentino. A contramano de lo que pasa en las principales ligas del mundo, nuestros equipos no logran repetir sus conquistas y el que gana un torneo, en el siguiente puede merodear la mitad de la tabla o incluso terminar más abajo. La historia reciente muestra que el último bicampeón fue el Boca de Alfio Basile, con sus conquistas del Apertura 2005 y Clausura 2006. Desde entonces han pasado trece torneos, y no sólo nadie repitió la vuelta olímpica, sino que el título se lo han repetido entre nueve conjuntos: Estudiantes (2 veces), San Lorenzo, Lanús, River, Boca (2), Vélez (3), Banfield, Argentinos y Arsenal.La mirada más inmediata apunta a Vélez, que en este caso es el equipo que puede quebrar esta racha. Pero se trata un análisis más global. Porque desde hace años ningún club muestra la solidez necesaria como para prolongar un ciclo con el correr de los años. Para peor, el equipo de Liniers no tiene como objetivo central el torneo Final que comenzará dentro de cuatro días, ya que la mirada estará puesta en la Copa Libertadores. "Si logramos mantener la humildad como equipo, la llegada de Gago puede potenciarnos. Tenemos buenas expectativas", expresó Ricardo Gareca sobre lo que espera de su equipo para los próximos meses.Se pueden encontrar varias razones para explicar esta inestabilidad. La principal es que los planteles se desarman de un mercado de pases a otro, porque las cuentas de las tesorerías necesitan oxígeno monetario y entonces los nuevos proyectos que aparecen emigran apenas con un puñado de partidos en la primera división argentina. Por eso, no sorprende que en esta racha de años el que más veces se consagró sea Vélez, un club cuya política de transferencias es muy equilibrada y mantiene la misma base de su equipo de un campeonato al siguiente.El otro punto a tener en cuenta también muestra a Vélez como una de las pocas excepciones: no se respetan los contratos de los...