Miserias y lecciones del caso Candela

EL caso Candela Rodríguez contiene casi todos los elementos de la miseria humana que se pueden encontrar. Y no son pocos ni mínimos. Para empezar: alguien capaz de http://www.lanacion.com.ar/1402424-conmocion-e-indignacion-por-el-asesinato-de-candela de 11 años frente al dolor de su madre y ante la mirada de millones de argentinos. Para seguir: la presunta existencia de una banda mixta integrada por policías en actividad, ex policías y narcotraficantes, como si fuera algo habitual. O peor: algo a lo que deberíamos empezar a acostumbrarnos. También parecen miserables los funcionarios de un gobierno nacional que se muestran ajenos al crimen y eligen poner el acento y http://www.lanacion.com.ar/1403557-el-gobierno-dice-que-el-crimen-de-candela-no-es-un-hecho-comun-y-critica-a-los-medios de comunicación, como si fuera un suceso que hubiese acontecido en otro planeta. Y no son menos los otros funcionarios nacionales sólo preocupados en comparar la manera en que la presidenta Cristina Fernández http://www.lanacion.com.ar/1400599-la-presidenta-me-dijo-que-estaba-a-mi-disposicion-senalo-la-madre-de-candela a la mamá de Candela con la acción del gobierno de la provincia, cuyos hombres difundieron la imagen de Daniel Scioli junto a Carola Labrador en el preciso instante en que tuvo que reconocer el cadáver de su hija. Se destacan por su miserabilidad periodistas militantes que responden al poder de turno y cargan las tintas sobre otros periodistas, como si éstos hubieran facilitado el secuestro y el crimen de la niña. Se debe computar también el uso fallido de los medios de comunicación por parte de la madre como un recurso desesperado para obtener la libertad de su hija. Y la sobreactuada indignación de algunos periodistas que dijeron sentirse utilizados por los padres, que no dijeron toda la verdad ni frente a las cámaras ni frente a los investigadores judiciales. La mezquindad y el aprovechamiento de algunos líderes de la oposición en plena campaña electoral, para intentar conquistar algún voto ante la conmoción que produjo el asesinato, completan el conjunto de reacciones miserables. En este sentido, el candidato a presidente Alberto Rodríguez Saá, quien prefirió no opinar en medio de espeso clima, constituye una excepción.Pero, además de todo eso, el caso Candela estaría revelando, de manera brutal, la verdadera cara del crimen cada más violento y más "desorganizado" que impera en el conurbano de la provincia de Buenos Aires. Lo explicó el domingo, por...

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