La mirada optimista nutre a Del Potro

El mensaje, contundente y optimista, no es el de un deportista que acarrea -al margen de los tres partidos que disputó en Sydney- un año de inactividad y que hace pocas horas debió ingresar en un quirófano por segunda vez en 11 meses. Las ilusiones, a largo plazo, no pertenecen a un atleta de primer nivel cuyo karma en su carrera han sido las lesiones, una y otra vez, interrumpiéndole oportunidades de oro. Juan Martín del Potro regresó a la Argentina después de unas pocas pero intensas jornadas en Australia -después de Sydney viajó a Melbourne pero canceló su participación en el Grand Slam de Asia/Pacífico- y en los Estados Unidos, donde el cirujano Richard Berger volvió a intervenirlo de la muñeca izquierda. El tandilense, con barba crecida y un cabestrillo azulado sosteniéndole el brazo izquierdo, surgió entre pasajeros del aeropuerto de Ezeiza y aventuró, entusiasmado: "Ojalá que sea el final de una larga pesadilla".

El tiempo libre es limitado para los tenistas de elite. El circuito casi nunca se detiene, no da tregua y las pretemporadas también consumen muchas semanas. Pero Del Potro ya no quiere saber nada con poseer momentos libres. "Ahora intentaré cargar pilas con mi gente, con mis amigos. El año pasado tuve tiempo de sobra y espero que los próximos 10 o 15 días sean los últimos días libres que tenga. Quiero arrancar la rehabilitación, mantener el físico lo mejor posible, aunque tampoco es fácil porque no puedo transpirar mucho por el yeso. Pero una vez que arranque la rehabilitación quiero empezar a jugar lo antes posible, no importa el torneo; quiero volver a disfrutar dentro de una cancha", sentenció Del Potro, de 26 años. Los próximos certámenes en los que figura inscripto son el ATP 250 de Delray Beach (16/2) y el ATP 500 de Acapulco (23/2); al margen de su optimismo, no llegaría en condiciones de actuar en ambos. Se entusiasma con poder disputar los Masters 1000 en terreno estadounidense: Indian Wells (12/3) y Miami (25/3). Aunque no adelantará ningún consejo médico y si tiene que apuntarle a la gira posterior, sobre polvo de ladrillo, lo hará.

El cuerpo médico que operó a Juan Martín en la clínica Mayo de Rochester le transmitió confianza. Del Potro no quiere volver a sufrir, a tener que infiltrarse. "Ojalá que sea el final de una pesadilla que vengo teniendo desde hace varios años (N. de la R.: los problemas en la muñeca izquierda comenzaron en septiembre de 2012). Estoy haciendo todo lo que el médico me recomienda, me...

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