Minería=Fábrica de pobres

AutorMirador Internacional Revista Científica
Comentario

Este bife está fuera del alcance del trabajador minero.

Las transnacionales mineras pueden consumir millones de estos bifes con la riqueza extraída del suelo catamarqueño, sin pagar impuestos y con escasas retenciones.

¿A Ud. le parece justo?

A mí no.

Eduardo Alfonso Depetris, profesor en la U.C. de Catamarca

Las industrias extractivas constituyen, para muchas comunidades y países, lo que se ha dado en denominar "la maldición de los recursos naturales". Hoy, el apetito de las compañías mineras aumenta al mismo ritmo que el precio de sus productos.

Hay nuevas inversiones petroleras en Angola y en Uganda, y mineras en Madagascar y Ghana, lo mismo que en América Central y del Sur, procedentes de compañías tradicionales del Norte industrial, pero también de China, en lo que algunos expertos ya consideran una "piñata por los últimos recursos de África y América Latina".

Los intereses de las compañías están protegidas por acuerdos de inversión y comerciales, como el "CIADI", que les asignan la capacidad de demandar a los Estados si sus gobiernos cometen el "atrevimiento" de tomar medidas o sancionar leyes que reduzcan sus beneficios.

"Los metales siempre han sido un enorme negocio, más aun que la agricultura", dijo el investigador Thomas Lines, autor del libro "Making Poverty: A History" ("Empobreciendo: Una historia").

"Las minas son algo grande. Necesitan un gran capital detrás. Por eso, el negocio tiende a quedar en manos de grandes empresas", sostuvo Lines. "La industria minera es bien conocida por sus proyectos de 'enclave'", en los cuales la autoridad empresarial es superior a la del Estado, añadió. "A la empresa se le asigna el derecho de explotar la mina. La empresa instala la infraestructura, saca el material de la mina y negocia con el gobierno los términos de pago."

"Lo que sucede con demasiada frecuencia es que la compañía minera obtiene mucho dinero y que unos pocos funcionarios gubernamentales reciben sobornos. A nivel local, ofrece algunos empleos, pero en general son muy vulnerables y someten a los trabajadores a condiciones bastante duras."

La minería ha sido una importante fábrica de pobres, según queda en evidencia en el libro de Lines. A fines de los años 90, los países menos avanzados exportadores de metales y minerales mostraron los mayores niveles de pobreza: hasta 82 por ciento de sus habitantes sobrevivían con menos de un dólar diario.

"Otro problema es la tierra invadida, no sólo la...

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