Militante, exitoso y pendenciero

La señal de noticias C5N, de Cristóbal López y Fabián de Sousa, pasó con éxito una difícil prueba: volverse oficialista y seguir manteniendo el interés de la audiencia.La avidez por sintonizar una emisora crítica en los tiempos terminales y frágiles del gobierno anterior le deparó a C5N trepadas constantes en el rating hasta desafiar, y desbancar intermitentemente del primer puesto a TN, el canal del Grupo Clarín, que supo ser cómodo líder de las señales informativas del cable en los últimos años.No caer de esos altos niveles de encendido defendiendo, desde diciembre de 2019, a una administración, como la de Alberto Fernández, que no suele generar buenas noticias y a la que, encima, se le suman las graves dificultades que acarrea la pandemia, es casi un milagro. Aunque, claro, tiene sus costos.Su prime time se ha vuelto más pendenciero y manipulador, aunque sin cambiar la dirección de sus misiles: Mauricio Macri y, en general, todo lo relacionado con los principales dirigentes y temas de Juntos por el Cambio son fuente de continuas diatribas, tanto como la Corte y algunos jueces. Son también un clásico sus movileros que sacan de las casillas a los manifestantes de marchas opositoras.Los incendiarios zócalos en letras blancas sobre bandas rojas que rotan sin cesar es uno de los estandartes característicos de la señal, así como las consignas de los belicosos hashtags que aparecen en la parte superior de la pantalla para fogonear a los militantes virtuales.Hasta el conflicto con el campo, en 2008, políticos oficialistas y opositores solían ser invitados habituales de distintos canales. A partir de entonces, el cristinismo prohibió a los miembros de su staff concurrir a los estudios de Todo Noticias ("Todo Negativo", lo rebautizó entonces burlonamente Néstor Kirchner). Eso impuso una primera anomalía: el desbalanceo de opiniones, que con el paso del tiempo, y el impetuoso avance de "la grieta", empezó a hacerse natural, tanto en esa como en otras señales. Se produce así la segunda anomalía: el progresivo acostumbramiento de las audiencias a un discurso uniforme sin espacio para la réplica en una misma pantalla contribuyó a formar públicos cada vez más intolerantes a que se intercalen disidencias. Castigan con el zapping y...

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