La militancia del doble estándar

El presidente, Alberto Fernández, lanza la promoción del trabajo registrado y amplía la protección social

"Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago". El popular refrán parece ser el común denominador que describe la conducta ética y moral del presidente de la Nación, Alberto Fernández.

El escándalo de la foto del festejo del cumpleaños de Fabiola Yañez , en el momento más crítico del aislamiento ponen en evidencia la doble vara con la que el actual Presidente ha decido llevar adelante su gobierno. No se trata de un "oportunismo político", como erróneamente declaró el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sino de un error grave y deliberado que encierra un profundo error de concepción del poder.

Es que no debemos pasar por alto que todo este culebrón ocurría en el mismísimo momento en el que desde la cadena nacional, un Alberto Fernández muy vehemente nos decía que "no le iba a temblar el pulso" para hacer cumplir la estricta orden impartida de que todos debíamos quedarnos en nuestras casas, no podía haber reuniones sociales y ni siquiera participar del velorio de nuestros seres queridos.

Vienen ahora a la memoria las situaciones más dantescas que vivimos todos, como la de un grupo de policías intentando detener a una señora que paseaba a su perro en Bariloche , hasta las más trágicas que vulneran toda racionalidad humana, como la desgarradora imagen del padre de Abigail cargando a su hija en andas para ingresar a Santiago del Estero; o la de Pablo Musse , el hombre a quien le negaron el ingreso a la provincia de Córdoba para poder ver a su hija, Solange, quien padecía cáncer y que finalmente falleciera en soledad.

Pero ¡atentos! no debemos desviar el foco y perder el tiempo comentando solamente la foto de las personas que ingresaban a la residencia presidencial. Eso no aleja de la gravedad institucional que significa que el principal mandatario de la Argentina es quien tenía -y quien tiene- el deber moral de predicar con el ejemplo. Y, cuando -como en el caso- no lo hace, es él quien le falta ha faltado el respeto a los millones de compatriotas a los que bajo su investidura representa.

Se equivoca una vez más de "cabo a rabo" Santiago Cafiero , al exigir días atrás que se les pida disculpas por el inconmensurable daño causado por el incidente entre el Diputado Fernando Iglesias, cuando la conducta que ellos han demostrado resulta ser una provocación desgarradora para quienes han tenido que vivir situaciones extremas de profundo dolor...

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