Los mil y un giros de un expediente de lavado

El eterno durante. O una síntesis de la inoperancia del Estado para investigar el lavado. Y no porque haya un "pez grande" de por medio. Ni "rosca" en favor o en contra de algún poderoso. Ni tampoco fortunas. Es, apenas, la burocracia en su movimiento perpetuo para, años y montañas de papel después, volver al punto de partida. Sin haber logrado mucho, mientras los sospechosos continúan libres y fluye su dinero.El expediente 172.225 de la justicia federal resume así la desidia en la lucha antilavado y sus giros circulares, como compulsó La Nacion en uno de sus infinitos giros por una oficina pública. Hasta por su carátula: "N. N. s/encubrimiento".El objetivo de la pesquisa era en teoría sencillo: verificar si 15 giros ordenados a mediados de 2008 desde Buenos Aires, con destino Medellín y Pereira, en Colombia, por un total de $ 79.718,33 eran parte de una maniobra de lavado. Quizá hubiera un cartel detrás, quizá sólo fuera dinero de emigrados para sus familias. Para precisarlo había que investigar.Primero fue el turno de la Unidad de Información Financiera (UIF), que recibió dos reportes de operaciones sospechosas (ROS) de la remesadora More Argentina. El 6 de agosto de 2008 y el 30 de ese mes. Para eso, pidió datos de inteligencia a su par colombiana a través de la red Egmont, que permite investigar más rápido, aunque luego no pueden usarse esos datos en la Justicia, que debe pedirlos por exhorto diplomático.Así fue como, en octubre de 2010, casi dos años después del último de los giros picantes de 23 colombianos y cuatro argentinos -algunos con antecedentes por narcotráfico-, y al fin con la denuncia de la UIF, el fiscal antilavado, Raúl Pleé, ordenó una investigación penal. Cayó en la jueza María Servini de Cubría, que la derivó al fiscal Federico Delgado.Las primeras medidas fueron de manual: exhorto a Colombia e intervención de la Policía Federal, que en el mismo acto, el 14 de octubre, pidió una prórroga para presentar su informe. Treinta días. Que se amplió en noviembre por diez días más.La respuesta al exhorto, mientras tanto, se hacía desear. Así, el 12 de noviembre, mientras el expediente acumulaba sellos y pases, la Fiscalía quiso saber qué pasaba. La Cancillería respondió con el silencio.La policía toca timbreEl 15 de diciembre, y ya vencida la prórroga, apareció el "trabajo de campo" de la Policía Federal. Abarcó apenas la búsqueda por Internet de teléfonos, un informe del Veraz y otro de la AFIP, y una recorrida por algunos -no todos-...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR