Miedos, reproches y la urgencia de Macri por revivir el optimismo

La pesadilla de una derrota posible empieza a impactar amargamente en el ánimo de la dirigencia oficialista. Aun en el tránsito sombrío por la crisis, la certeza de que ganaría la reelección subsistía hasta hace pocos días como el hilo invisible que unía a esa alianza cruzada por las contradicciones que es .El presagio del triunfo inevitable se difumina a medida que pasan los meses y no aparecen los signos de mejora que anticipaba el Gobierno, con la inestabilidad recurrente del precio del dólar como ruido de fondo.Macri enfrenta un problema de confianza en su palabra después de una cadena de pronósticos fallidos. Tiene que convencer a una sociedad que mayoritariamente creyó en él de que el sacrificio que impone el plan económico traerá un progreso palpable en un plazo cercano. Y, a la vez, debe combatir el derrotismo entre la tropa propia. "Es hora de que dejen de quejarse y haga cada uno lo que le toca para asegurar que ganemos", fue el reto que se llevó un dirigente radical que vio al Presidente la última semana.El jefe de Gabinete, , suele repetir que "el partido va 0 a 0 y se juega dentro de varios meses". Pide que nadie se deje arrastrar por encuestas que exhiben el deterioro de la imagen de Macri y lo sitúan incluso en riesgo de perder un ballottage con Cristina Kirchner, algo impensado hasta hace poco. Dirigentes de Cambiemos que han hablado con Macri estos días lo describen más irascible de lo normal. Lo fastidia lo que percibe como "falta de compromiso" de una parte de sus aliados. De los radicales, pero también de no pocos Pro puros. Rezonga por los reproches internos que empiezan a escalar, con alguna reminiscencia -todavía- lejana con los días de septiembre que terminaron en la reestructuración a medias del Gabinete.y han vuelto a sentarse a la mesa principal de las decisiones políticas. En el entorno de ellos, son crecientes las expresiones críticas de la estrategia de comunicación del Gobierno y la falta de reacción de la economía. Peña y el ministro de Hacienda, , aparecen a menudo en el blanco.Incluir a Vidal y a Larreta en el plan de campaña resulta ineludible para Macri. Los dos tuvieron que traicionar sus instintos de supervivencia, que recomendaban anticipar las elecciones en Buenos Aires y la Capital. Se espera de ambos -sobre todo de Vidal- que ayuden a levantar al Presidente en las elecciones unificadas. Aceptado el sacrificio, y ante el panorama adverso de la economía, exigen voz y voto en el comando de...

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