El miedo a perder el trabajo es un trastorno muy actual

La falta de previsibilidad e inestabilidad a nivel país, con las reglas de juego que cambian con prisa y sin pausa, atenta contra la confianza de los inversores y es un tema presente en la mayoría de los foros económicos. Pero también influye en la salud de las personas que habitan en ese país, que viven en permanente estado de alerta por considerar que su vida, en este caso laboral, está en riesgo.Un estudio de la Universidad de Michigan mostró que los trabajadores que se preocupan mucho por perder sus puestos de trabajo dijeron que tenían un peor estado de salud y más síntomas de depresión que quienes efectivamente estaban sin trabajo. La conclusión de la autora del estudio, Sarah Burgard, fue que el miedo a perder el trabajo es peor que el desempleo. Lo que mata es la ansiedad, la incertidumbre, el miedo.A principios de 2013, una encuesta de Poliarquía publicada por LA NACION definía que el 45% de los argentinos tenía miedo de perder el trabajo propio o de algún familiar. Hoy esa cifra subió al 56 por ciento.Así analiza el doctor Matías Bonanni, director médico del Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Clínica (INAC), la situación actual de miles de argentinos. "En un contexto de falta de previsibilidad, el nivel de ansiedad de toda la población aumenta", dice. Este año notó un incremento considerable de consultas de personas con angustia profunda, que temen perder su medio de sustento y después no poder reinsertarse en el mercado.Las razones de este temor son concretas y reales. "Hay una salida de gente del mercado laboral de manera sostenida, o una no renovación de vacantes", dice Bernardo Hidalgo, director de la consultora que lleva su nombre. "Son malas noticias que se dicen en voz baja, en forma de acuerdos para evitar el enojo del Gobierno –continúa–. Es una realidad que las empresas están sacando gente, y en todos los ámbitos, quizá con la excepción del petróleo, la industria farmacéutica y los bancos. La única manera de aumentar el empleo es mejorando la economía."Ante estas situaciones críticas, los argentinos activan un nivel de ansiedad que según los expertos forma parte de su ADN, porque históricamente vivimos en contextos inestables. "En este país se gatilla la ansiedad fácilmente. Hay dos variables, la individual, donde juegan factores de mayor o menor predisposición (el ansioso percibe un riesgo constante), y por otro lado un contexto donde las personas notan un alto nivel de riesgo de perder el trabajo. Cuanto más estable es el...

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