Michel Temer: 'No me preocupa nada la popularidad'

BRASILIA.- A Michel Temer le gustaría ser visto como un piloto de tormentas, alguien que no duda en hacer maniobras osadas con tal de salvar a los pasajeros de un avión en peligro. Llegado al poder tras el polémico proceso de impeachment a Dilma Rousseff, el nuevo presidente de Brasil dice que no le importa ser impopular con las medidas económicas que impulsa mientras logre que en el corto mandato que tiene por delante el país se recupere de la recesión.

"Si llegara al final de mi gobierno con un 5% de popularidad, pero consiguiera volver a colocar al país en sus carriles, yo me doy por satisfecho. No me preocupa nada la popularidad", subrayó Temer, durante una entrevista con LA NACION y Clarín, antes de que emprenda mañana su primera visita a la Argentina, donde espera profundizar la "sintonía" con el presidente Mauricio Macri. "El pensamiento de Macri es muy coincidente con el que nosotros tenemos. Creo que pensamos de la misma manera; eso va a facilitar mucho las cosas", dijo.

Abogado, respetado académico y hábil negociador desde su época de diputado, el ex vicepresidente de Dilma se mueve como pez en el agua con políticos y empresarios, pero le cuesta presentarse con gente común. Durante el encuentro en el Palacio del Planalto con los diarios argentinos estuvo acompañado por seis asesores y se acomodaba permanentemente en su sillón, como si estuviera incómodo o le quedara grande.

Desde que asumió efectivamente el poder, el 31 de agosto, Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), ex aliado principal del PT, pasó gran parte del mes en viajes oficiales. Ya en Brasil, ajustó su gabinete, que sufrió cuatro pérdidas en los primeros meses debido a críticas de ministros a las investigaciones anticorrupción en torno al escándalo del petrolão.

En todo este tiempo evitó el contacto libre con los brasileños. Tal vez por las protestas callejeras que bajo la consigna "¡Fuera, Temer!" lo acusan de "traidor" por instigar el "golpe" contra Dilma. Pero también porque ha estado buscando consenso para aprobar en el Parlamento las tres medidas clave que según su gobierno son necesarias para rescatar la economía brasileña, que el año pasado se contrajo un 3,8% y este año se estima se retraerá un 3,3%: una enmienda constitucional que impondría un techo a los gastos públicos, una reforma del sistema de jubilaciones y cambios a la legislación laboral.

-¿Para cuándo cree que la economía de Brasil va a comenzar a repuntar?

-Depende de algunos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR