Messi tiene línea directa con el gol

Fue un triunfo contundente para mantener el pulso con Real Madrid y Sevilla en la lucha por el título de la Liga de España. Y también fue un resultado inspirador, que Barcelona sueña con replicar el miércoles próximo por los octavos de final de la Champions League. El 5-0 con que ayer el equipo catalán vapuleó a Celta es el que necesita dentro de tres días para revertir el 0-4 que sufrió contra Paris Saint Germain. Claro que al resultado no se le puede aplicar un carácter transitivo automático por el diferente nivel de exigencia: Celta, aun siendo un buen equipo, ayer estuvo disminuido por algunas bajas y su poderío está bastante por debajo de este PSG que pasa por su mejor momento desde que lo dirige Unai Emery, y que tiene a estas alturas al Botín de Oro (máximo goleador de las ligas de Europa) con Edinson Cavani, con 27 tantos, cuatro más de los que suma , Pichichi en España.

Por lo pronto, fue una semana en la que, además de oficializarse la salida de Luis Enrique al final de la temporada, a Barcelona le sirvió para cargarse de optimismo y darse un baño de goles. El miércoles le había ganado 6-1 a Sporting Gijón. Once tantos en 72 horas es una buena puesta a punto para afrontar uno de esos compromisos que pesan mucho en el balance de la temporada.

La tranquilidad de Barcelona también pasa por un Lionel Messi que vuelve a sonreír, a estar parcipativo en el juego y certero frente al arco. Hizo dos goles y dio dos asistencias. Festejó con sus compañeros con la alegría y complicidad de quien está rodeado por varios amigos. Sólo dejó una intriga que despejaría varios minutos después de terminado el partido: al finalizar la celebración...