De Merlo,en Racing,sólo quedala estatua

Se terminó la novela. Más que una ficción televisiva, una batalla de ajedrez en la que Reinaldo Merlo perdió la última contienda. A su mensaje de sentirse "fuerte" que pronunció el domingo tras la caída 2-1 frente a River, Mostaza pasó ayer por Avellaneda a despedirse. En persona y sin intermediarios, el DT le comunicó al plantel que dejaba su puesto. En verdad, el presidente Víctor Blanco le había dado la sentencia unas horas antes. "Después de junio no vamos a contar con vos. Tenemos otro proyecto", fueron las palabras de Blanco a Merlo, quien, acto seguido, decidió dejar el cargo antes del partido del sábado ante Rosario Central, en el Cilindro, allí donde la estatua en el Hall de la Fama ya no reluce como antaño."No teníamos alternativa. Acá se habla de proyecto futbolístico. No son cosas personales", dijo Blanco a LA NACION. "Pueden decir lo que sea, pero le fui de frente. Tomamos una decisión y se la comuniqué. Es lo mejor para ambas partes. Le comenté que en junio no seguía y él tomó la decisión de bajarse ahora", agregó.Hacía tiempo que para la menguada Comisión Directiva las chances de que Merlo cambiara el rumbo de un equipo que se acostumbró a perder (suma 20 derrotas en la temporada, récord negativo histórico del club) eran nulas. "Ya no va más. Se tiene que dar cuenta solo y dar un paso al costado. Nos quiere obligar a despedirlo y echarnos encima a los hinchas", pronunció en off un alto dirigente en el anillo del estadio Monumental. La caída ante River lo dejó sin margen de maniobra. La decisión estaba tomada. "Esto es cuestión de días. No sigue", anticipó la misma fuente. Claro, a excepción del vocal Roberto Torres, ya nadie apoyaba la continuidad de Mostaza.En rigor, Merlo se sintió usado. De bombero imprescindible que rescató a un equipo que sintió el pesado lastre de la pelea dirigencial que concluyó con la salida de Gastón Cogorno y Rodolfo Molina, pasó a ser un técnico sin respaldo. Los resultados esquivos en el torneo Final (apenas un 40% de efectividad en su tercer ciclo), los referentes que pensaban que el equipo jugaba retrasado y una CD que lo observaba de reojo fueron el caldo de cultivo que lo eyectaron de Racing. A pesar de ello, el técnico quería quedarse. Insistía que estaba para seguir. Y ayer fue él mismo quien cayó."La decisión se tomó priorizando el bien de Racing. La idea era que se despidiera el sábado...

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