A merced de la violencia

Toda la semana pasada ha vuelto a ser de violencia y de dolor para la comunidad qom. Violencia por una nueva muerte, la de un joven de 16 años, miembro de este sufrido pueblo aborigen argentino, aparentemente por causa de una golpiza; dolor porque otra vez deben enfrentarse a la incertidumbre de que, si hay culpables, éstos no serán castigados. Con el fallecimiento, el miércoles pasado, de Juan Daniel Asijak, sobrino de Félix Díaz, líder de esa comunidad en Formosa, ya son cuatro los indígenas qom muertos desde fines del año pasado y comienzos de éste.El 10 de diciembre, un gendarme atropelló y mató a una mujer de 49 años y su nieta de 10 meses, ambas de la comunidad La Primavera, en una ruta de Formosa. Pero este hecho sólo tomó estado público bastante después y a raíz del asesinato, ocurrido el viernes 4 del actual, en Villa Río Bermejo, localidad de El Impenetrable chaqueño, del niño Imer Ilvencio Flores, de 12 años. Flores había decidido sumarse a las festividades que inauguraban la temporada de verano en el lugar y salió de su casa después de las 18; desde ese momento nadie de su familia supo más de él ni volvió a verlo con vida. En la mañana del sábado 5 se halló el cadáver del menor, con numerosas lesiones y un daño tan grande que su madre sólo pudo reconocerlo por el tatuaje que llevaba con la imagen que simboliza a la etnia qom. El hecho fue repudiado por el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, e inmediatamente se abrió el proceso de investigación, y...