El mensaje: aquí no ha pasado nada

Ocurrió lo que se había adelantado que iba a ocurrir. Cristina Kirchner atravesó la http://www.lanacion.com.ar/1437699-tras-ser-operada-con-exito-cristina-se-recupera-en-el-hospital-austral sin sobresaltos. El parte médico se detuvo en el detalle de que, en el momento de su lectura, ya estaba despierta. Los mercados no se inmutaron. Sólo cabe esperar que dentro de http://www.lanacion.com.ar/1437539-como-sera-la-recuperacion-de-cristina-tras-la-operacion la Presidenta reanude sus actividades oficiales. Todo está bajo control.Hasta ahí, la información clínica. Hay otro campo mucho menos conocido. ¿Qué movimientos emocionales estará desencadenando en la señora de Kirchner la noticia del cáncer? ¿Cómo se enhebrará esa inquietud con el rosario de infortunios que comenzaron hace dos veranos con la novedad de que su esposo era un enfermo cardíaco delicado? ¿Qué efectos físicos y psicológicos producirán en ella los tratamientos, las drogas, la presencia recurrente de los médicos? Son preguntas que, por lo visto, los mercados no se hacen.Sin embargo, esos interrogantes pueden ser relevantes para la política. En su libro When Illness Strikes the Leader - Cuando la enfermedad golpea al líder -, Jerrold Post y Robert Robins consignan innumerables ejemplos del modo en que un problema de salud determina las decisiones políticas. Uno muy ilustrativo es el del presidente de los Estados Unidos Lyndon Johnson, que decidió no presentarse a un segundo mandato en plena Guerra de Vietnam, obedeciendo las presiones de su esposa, inquieta por los problemas cardíacos que él estaba presentando. ¿Cómo se proyectará el trance médico de Cristina Kirchner sobre las fantasías de continuidad en el poder más allá de 2015, que ella niega, pero que anidan en buena parte de su entorno? Imposible saberlo ahora. Aunque hay un orden subliminal en el que enfermedad es sinónimo de límite. Suena paradójico en alguien que parece, a primera vista, ilimitado.La liturgia militante que el kirchnerismo montó alrededor de su jefa pretende desmentir que el nuevo cuadro clínico sea la prematura señal de largada del proceso sucesorio. El Gobierno, a través de sus organizaciones más activas, como el Movimiento Evita o La Cámpora, se propuso acompañar la operación y la convalecencia con una movilización que la muestre irreemplazable. Hubo iniciativas un poco enfáticas, como la convocatoria de la Juventud Peronista de Vicente López a concurrir al Hospital Houssay y a la Maternidad Santa Rosa para dar "La...

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