Menos dólares y más centralismo fiscal

Tanto la flamante medida del Banco Central de prohibir la venta de dólares para atesoramiento como las restricciones en los giros del Tesoro Nacional a las provincias tienen al menos un punto en común. Es el creciente papel del Estado nacional llevado al extremo con la creencia de que no hay nadie mejor que los funcionarios para saber lo que la población debe hacer con sus ahorros y la forma en que los gobernadores deben administrar sus distritos. No es ni más ni menos que intervencionismo puro, o kirchnerismo puro.Frente a las cada vez más duras restricciones para que ciudadanos y empresas accedan a la moneda extranjera y a las limitaciones a los giros de fondos a las provincias, no hay dudas de que las cuentas públicas no pasan por un buen momento.Como en Venezuela, no hay dólares para nadie. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tiene claro que ha llegado el tiempo del ajuste, pero sabe también que el costo político lo debe pagar otro.Algunos gobernadores provinciales empiezan a darse cuenta. Es que la mayor parte de los recursos con que cuentan sus distritos provienen de los impuestos que recauda el Estado nacional y que luego distribuye bajo el mecanismo de la coparticipación federal.El problema es que hoy la Nación apenas distribuye el 26% del total de recursos nacionales a las provincias en concepto de coparticipación. Ese porcentaje ha ido cayendo en los últimos años, a medida que tuvieron más peso las retenciones a las exportaciones que sólo se coparticipan en una porción mínima.Además, como destaca el economista Rodolfo Rossi con datos del Banco Central, en 2011, los recursos discrecionales girados por el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR