Hay que mejorar la seguridad vial

La espantosa tragedia de Mendoza vuelve a poner sobre el tapete un tema del que nos ocupamos varias veces: la ausencia de controles más efectivos para impedir la circulación de quienes representan un riesgo en la vía pública.Ya sea en las rutas, las autopistas o en las calles de la ciudad parece que estamos en manos de la suerte; si la moneda es cara, todo bien; si es seca, mala suerte.Hace pocas semanas, a media mañana, estaba en la zona de Chacarita detenido en un semáforo al lado de un patrullero de la Policía Metropolitana que también esperaba la luz verde. De pronto, un auto violó la luz roja a gran velocidad. Para mi sorpresa, el patrullero no emprendió la persecución, como yo me hubiese imaginado (y deseado).Un par de cuadras más adelante volví a detenerme junto al patrullero. Les comenté lo sucedido y me respondieron que sí lo habían visto y que le habían labrado la infracción correspondiente. "¿Pero por qué lo dejan ir? Podría atropellar a alguien en cualquier momento", les dije. "No podemos perseguirlo, sólo labrar la infracción", fue la lacónica respuesta del oficial.Lamentablemente, dos semanas más tarde sucedió en...