Los medios y los K. Mirador Nacional

Primera parte: miércoles 28 04.2010
  1. El 16.04.2010, en Paraná, un abogado medianamente joven invitó a cenar a nuestro Responsable académico y enseguida empezó con el discurso que la Revista era “anti-kirchnerista”, Se le contestó que estaba equivocado porque la Revista era total y absolutamente pluralista. Suponemos que no quedó convencido. El propósito era claro: al mensajero hay que hacerlo callar. No hay inflación sino “acodamiento de precios”, no existe despojo minero sino “desarrollo regional”. Así empezó Goebbels y terminó en Auschwitz. Así empezó Chávez en Venezuela

  2. “Cuenta la leyenda que en un antiguo y remoto país del oriente había un rey muy cruel y por lo tanto, injusto. Todo aquello que lo fastidiara lo destruía de inmediato. Así también cada vez que recibía un mensajero proveniente de los confines de su reino, si este le traía una mala noticia lo hacía matar de inmediato. De esta manera, confundiendo el mensaje con el mensajero y la realidad con la sombra de la misma, logró que nadie se atreviera a decirle lo que realmente pasaba. Fue así que ni siquiera se enteró de que había dejado de ser rey, tal era el pánico que aún provocaba ese tipo de comentarios. Fue así también que cuando su pueblo lo condenó a muerte ni el verdugo se atrevió a comunicarle la sentencia. Nadie sabe si tuvo tiempo de sorprenderse cuando su cabeza cayó sin anuncio previo.

    Lo que es leyenda alguna vez reflejó una realidad; lo que alguna vez fue realidad, en otra oportunidad puede repetirse. La prensa cumple la función del mensajero contemporáneo; por algo algunas publicaciones antiguas del viejo mundo llevan esa denominación del mensajero. Como en la leyenda también el mensaje puede molestar y muchos quieren eliminar al mensajero. A la técnica de la supresión física se han agregado los estilos de supresión moral. La cotización por reportajes complacientes, la distribución de empleos públicos a cronistas y redactores claves y/o a sus familiares son adicciones que van drogando a aquellos que participan de esa lenta forma de matar al mensajero.

    La función de la prensa en algunos aspectos es similar a la de un faro que ilumina el escollo, pero que no es precisamente el escollo y menos el capitán del barco que debe tomar los recaudos adecuados frente a la advertencia.

    Tampoco es función de la prensa la investigación policial de delitos; para ello existen los...

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