Máximos reclamos de obediencia debida

Máximo Kirchner, en la marcha del 24 de marzo; eligió una camiseta irónica, con los botones del joystick de la PlayStation.

Hasta hace pocas horas, la máxima exigencia de sumisión incondicional hacia Cristina Kirchner se resumía en la célebre frase del procurador del Tesoro, Carlos Zannini, cuando era secretario legal y técnico de la Presidencia, y la actual vice reinaba en la cúspide del poder: "A la Presidenta no se le habla; se la escucha".

Pero, el último viernes, en un acto con la militancia, en Lanús, Máximo Kirchner superó con creces aquella autoritaria exigencia al decir que "cuando uno quiere conducir, también debe saber obedecer", claramente dirigida al presidente Alberto Fernández.

No solo supera la violencia verbal implícita de la cita original sino que, además, la nueva, al salir de la boca del príncipe heredero de la poderosa dinastía santacruceña a punto de cumplir veinte años de centralidad en la política nacional, resulta una nueva bravata disciplinadora de tan ilustre vástago.

Ese detalle crucial -el vínculo sanguíneo directo con la "creadora" del actual gobierno- le otorga a sus palabras una gravedad inusitada porque tiende a subvertir el orden institucional -quién manda a quién- y es más propia de una autocracia monárquica, en la que las reglas del juego no provienen de una Constitución republicana sino que son dispuestas a gusto y necesidad de los mandantes de aquella.

Para suavizar el efecto de su exocet verbal, el hijo bipresidencial dijo que "el pueblo manda", porque sino se entendía que Alberto Fernández debe obedecer a la señora madre del exdiputado que renegó de la jefatura de la bancada del FDT en la Cámara baja en pataleta contra las tratativas con el FMI.

Pero tampoco se soluciona así el exabrupto. Siguiendo la línea argumental que utilizó para bajarle un cambio a su mensaje original, el pueblo manda a través de sus instituciones. Tanto a los miembros del Poder Ejecutivo (que es unipersonal y solo integra el presidente de la Nación, aunque sugestivamente en su "clase magistral" en el Chaco, Cristina Kirchner aseguró que ella también integraba), como a los del Legislativo, los elige en elecciones periódicas. En 2019, triunfó el Frente de Todos y perdió en las elecciones de mitad de mandato, el año pasado.

Si el máximo hijo exigiera realmente que Fernández obedeciera lo que el pueblo "mandó" hace dos años al otorgarle el poder, el presidente debiera haberse mantenido siempre firme como el árbitro justo que...

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