Mathieu Amalric: 'No necesito actuar para sentirme vivo'

PARÍS.- El encuentro es en el bar de un amigo, en Belleville, en el este de la ciudad, no muy lejos de donde vive. Mathieu Amalric está de paso en París, sólo por unas horas, antes de partir hacia una casa en el sur de Francia que le prestaron y donde planea trabajar sobre dos guiones que prepara. Su recorrido artístico es prolífico y ecléctico. Como actor participó tanto en films de autor como en superproducciones estadounidenses: Reyes y reinas, de Arnaud Desplechin; Munich, de Steven Spielberg; María Antonieta, de Sofia Coppola; La escafandra y la mariposa, de Julian Schnabel; 007: Quantum of Solace; Les herbes folles, de Alain Resnais; Cosmópolis, de David Cronenberg, y El gran hotel Budapest, de Wes Anderson, sólo por citar algunas de sus más de 50 películas. Como director, a los cortometrajes y especiales para TV francesa se suman seis films, entre los cuales se destacan Tournée (2010) y El cuarto azul, recién estrenada en la Argentina.

Con distinciones en el Festival de Cannes y en los César franceses, Amalric es considerado en su país el heredero de la nouvelle vague, una calificación que lo emociona, aunque insiste en no pensar en ello y "simplemente intentar inventar la próxima película". Le gusta decir que hace películas y estar frente al riesgo de la escritura; coquetear con el peligro cuando dirige, porque, si no, "no pasa nada". La actuación lo cansó, al menos por ahora, afirma.

–¿Cómo fue esta nueva experiencia de dirección con El cuarto azul?

–Pasó muy rápido. Entre el momento en que mi productor me empujó a filmar y el momento en el que la película se estrenó en los cines pasaron trece meses. Filmamos en cinco semanas. Nunca pensé hacer una película de esta novela de Georges Simenon. La idea era que fuera como un film noir, con una base policial muy simple, y trabajar sobre el procedimiento judicial y sobre la actualización de la novela, escrita en 1964, así, cuando el público ya no se hiciera preguntas sobre la investigación, el espíritu quizá podría ir hacia otro lado y detenerse en otras cosas. Es muy agradable hacer un film de investigación, porque uno se siente protegido.

–¿Es una historia policial o primero una de amor?

–No sé si de amor. Se centra en cosas que vivimos todos: esa atracción física que aparece de repente, que catalogamos como pasión, que hace que nada del resto exista. En ese momento nos preguntamos si finalmente estamos siendo nosotros mismos. Lo interesante es que la investigación demanda que el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR