Una matanza de policías agrava la tensión racial en Estados Unidos

WASHINGTON.- y en signo en Estados Unidos. No sólo se conocieron dos nuevos y escalofriantes casos de brutalidad policial contra ciudadanos negros, sino que la semana cerró ayer con una inédita y feroz represalia que causó la muerte a balazos de cinco agentes federales a manos de un francotirador, ex militar afroamericano.

Fue una cacería rápida y sangrienta, que se convirtió en la peor matanza de policías norteamericanos desde los atentados contra las Torres Gemelas, en 2001.

Ocurrió en Dallas, a pocos metros de la explanada en la que, hace medio siglo, fue asesinado el presidente John Fitzgerald Kennedy y que es, en sí, una referencia que despierta los peores fantasmas.

Como a ellos, Pasó de modo súbito, en medio de una pacífica y no muy concurrida protesta de ciudadanos contra el abuso policial en perjuicio de personas de raza negra cuando, de pronto, una lluvia de balazos descargó su furia sobre los agentes que custodiaban la marcha. Desprevenidos, fueron un blanco fácil. Cinco de ellos murieron allí mismo, y otros siete resultaron heridos.

Muy confuso, el episodio fue catalogado primero como una "encerrona" cuidadosamente planificada en la que, al menos, habrían participado tres personas.

Con el paso de las horas, y sin que se desechara por completo la hipótesis anterior, el ataque quedó centrado en un solo sospechoso al que la policía logró acorralar y al que terminó matando de un modo . Un artilugio explosivo que llegó por sí mismo hasta donde estaba el sospechoso -por entonces, ya acorralado en un garaje- y detonó a su lado. Es la primera vez que se registra el uso de semejante artefacto en manos policiales.

"Fue la única salida que vimos posible", explicó el jefe de la policía de Dallas, David Brown. Lo dijo cuando apenas despuntaba el día, tras una larga y a que sumió en el desconcierto a la ciudad y llevó conmoción a todo el país. Con eso desmintió la tesis del suicidio del matador, que la propia policía había difundido horas antes. Brown no volvió a comparecer en las horas que siguieron.

La investigación apuntó a un solo agresor, Micah Xavier Johnson, un joven negro de 25 años sin antecedentes. Era reservista y fue movilizado por pocos meses a Afganistán, de donde regresó en noviembre de 2014. La policía informó que lo mató después de "horas de infructuosa negociación para que se entregara".

Brown relató que, durante las tratativas de la fallida gestión con Johnson, el cazador de policías llegó a decir que estaba harto de la...

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