Martín Piroyansky: “En la Argentina hay un terreno virgen para la comedia”

"Una película para jóvenes hecha por jóvenes." Así define Martín Piroyansky a Voley, su segunda incursión en la dirección cinematográfica, que llegará hoy a las salas. El argumento de la película es simple: Nicolás (el propio Piroyansky) llega a una típica casa del Delta con un grupo de amigos. La idea es celebrar el Año Nuevo sin mayores sobresaltos. Pero terminará protagonizando una serie de inesperados enredos amorosos que lo pondrán en jaque. Inés Efrón, Vera Spinetta, Justina Bustos y Chino Darín completan el elenco de esta película, condimentada con graciosos equívocos provocados por el consumo de drogas y algún que otro chiste escatológico. "La verdad es que yo la considero mi primera película -asegura Piroyansky-. La anterior, Abril en Nueva York, fue un experimento. Como no había estudiado cine y quería dirigir, hacer esa película fue mi manera de aprender. Llevé una camarita a Nueva York y la filmé con dos amigos medio a los ponchazos. Siempre pensé que estrenarla en cine era demasiado, porque no estaba pensada para eso originalmente. Voley, en cambio, tiene mucho más que ver con lo que me interesa hacer. No es que me arrepienta de nada, pero creo que vale la pena remarcar las diferencias."

-¿Cuándo empezaste a trabajar en la idea de este largometraje?

-Hace unos seis años, después de un viaje a Cabo Polonio con un grupo de amigos y amigas. Y una película que me gusta mucho, Pauline en la playa, de Eric Rohmer, de algún modo me sirvió de inspiración. Pensé en una comedia de enredos aggiornada, bien de esta época, y la escribí de un tirón. Después la abandoné, la retomé y aquí estoy... Cuando la presenté en Patagonik, ni siquiera había pensado en el elenco, porque di por descontado que la productora iba a decidirlo. Pero me dejaron la decisión a mí, cosa que agradezco mucho.

-¿La nueva comedia norteamericana fue también un modelo para la película?

-Sí, es evidente. Loco por Mary, por ejemplo. Es un tipo de cine que me gusta mucho. En la Argentina todavía hay un terreno virgen para explorar en ese sentido. Se hicieron cosas, pero hay muchas por hacer. Creo que si hiciéramos remakes de las comedias norteamericanas de los 80 serían un éxito. Ariel Winograd está trabajando muy bien en este terreno: Mi primera boda es una muy buena comedia romántica, inusual para el cine argentino. Creo que van a empezar a aparecer más películas de este tipo. Yo escribí Voley porque me gustaría ver en cine una película así. Supongo que mucha gente va a...

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