Marcas de ropa que copian, ¿rédito fácil o moda accesible?

¿Cuánto tarda un vestido de un afamado diseñador en llegar a las vidrieras y los percheros de las marcas de consumo masivo? Aparentemente, casi nada. En unas pocas semanas, casi toda la colección de Stella McCartney, Valentino, Marc Jacobs y demás popes de la pasarela mundial puede reaparecer levemente modificada en las vitrinas de las marcas más populares de afuera y también de la Argentina. La sospecha de que muchas de las prendas que usamos a diario no serían tan originales ni producto del talento del diseñador o su equipo creativo quedó en evidencia a partir de Marcas que copian, una página en Facebook con casi 13.000 likes donde se dedican a publicar, una al lado de la otra, fotos de las prendas originales y de su clon local. Algunos, vale decir, son prácticamente iguales y otros presentan algún que otro cambio, que casi siempre no le hace honor al original. Copiar está mal, sí, pero en moda algunos admiten que es casi inevitable.

Cualquier diseñador con talento, de esos que marcan tendencia, sabe con seguridad que su colección, si es buena, está condenada a ser copiada. Algunos, como Olivier Rousteing, director creativo de Balmain, y nuevo niño mimado de las pasarelas, se lo toma con humor y hasta aseguró que le gusta ver las inspiraciones de sus diseños en las vidrieras de Zara o HyM mezcladas con prendas de otras grandes firmas.

"Me parece tan genial como necesario. De verdad me encanta ver en Zara algunas de mis prendas mezcladas junto a Céline y Proenza. Creo que es de genios. ¡Es mejor incluso que lo que yo hago! El estilismo, las historias... Siempre me fijo en sus vidrieras y me encanta cómo lo hacen. Van rápido, tienen un gran sentido estético y saben qué seleccionar de cada diseñador", declaró al diario The Independent, sin dramatizar sobre la situación. Es que una de las medidas para saber si una colección es buena es la cantidad de clones que surgen de ella.

Hasta ahora, la copia en moda era un tema tabú. Pero a partir de las redes sociales no quedó otra opción que admitir que la inspiración en las marcas y los diseñadores de afuera es real y tangible. Algunos van más allá de la crítica y aceptan esta situación. "No soy quién para juzgar; como diseñadora no estoy de acuerdo con la copia, pero si se copia y se vende a un precio accesible me parece bien -dice la diseñadora Vero Alfie, directora de Visiones Trends-. Lo que no se justifica es cuando se copia y se lo vende a un precio desorbitante como si fuera de diseño. Copiar...

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