Marca ACME

Axel Kicillof es congruente con lo que predica. Puesto a elegir entre el coyote y el correcaminos, opta por este último. No se ve a sí mismo en una posición de debilidad (el coyote), saliendo a comprar dinamita marca ACME, empresa ficticia (como los fondos buitre) que forja productos peligrosos (como el juez Griesa), que nunca podrán derribar a un correcaminos como él.Lo dejó en claro cuando, tras el anuncio de Cristina de reabrir una vez más el canje de la deuda trocando la sede de pago, usó el clásico dibujo animado para graficar su desprecio por "esos tres gatos locos multimillonarios (los bonistas que no accedieron a los canjes anteriores) que pagan a los políticos para que hablen bien de ellos y quieren convencer a todos de que los malos de la película somos nosotros".Quizá no seamos los más malos. Pero, por los dichos de Kicillof, como mínimo, somos los más cocoritos. ¿Qué otras cosas dijo el ministro tras anunciarse el envío al Congreso de la ley de "pago soberano local de la deuda exterior"? Dijo que los lobbystas de los buitres "vinieron y se tomaron el buque" porque son unos "mercenarios"; que entre el 7 por ciento que no aceptó los canjes previos "hay buitres, parásitos y bacterias", y que, "con tal de desacreditarnos van a decir que somos negros?" Menos mal que Kicillof no maneja la Cancillería. Ni Timerman, alicate en...

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