Las manos en el fuego

"Pongo las manos en el fuego. De última, para eso se inventó el Pancután."(De Gabriel Mariotto sobre la situación judicial de Boudou.)"Un Pancután por allí", interrumpiría Raúl Alfonsín de haber tenido la chance de escuchar al vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, en una irónica defensa del vicepresidente de la Nación. Mariotto dijo que ponía las manos en el fuego por Boudou porque, "de última, para eso se inventó el Pancután", el viejo y querido gel cicatrizante y antibacteriano.La frase de Mariotto es kirchnerismo práctico: no importa la altura de las llamas, sino el tamaño de la frazada que le tiren para apagarlas. Y, si sale mucho humo, mejor. No hay nada más kirchnerista que una cortina de humo denso. Nada más práctico que aprovechar la confusión para confundir.En ese trámite estaba Cristina la semana pasada cuando despotricaba contra Griesa, los buitres, las leyes yanquis y los fantasmas del colonialismo que vienen a asustarnos para someternos. Así se la veía: con el abanico chino de bambú dándole y dándole al fuego para avivarlo. Mientras eso sucedía acá, un grupo de "pancutanes" volaba intermitentemente a Nueva York para intentar un acuerdo que nos salvara de quemarnos en un nuevo default.¿Contradicción? ¿Doble discurso? "No pasarán", decía no hace mucho Axel Kicillof sobre los buitres...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR